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En los territorios de la Orinoquía y la Amazonía colombiana, se alberga a cientos de especias de animales, los cuales son un escudo vital contra la crisis ecológica actual.

Desde los jaguares hasta coloridas aves tropicales, estos habitantes nativos no solo son un tesoro natural, sino también la clave para la supervivencia de numerosas especies, incluida la humana.

La riqueza biológica de la fauna en estos ecosistemas no solo se traduce en paisajes llenos de vida, sino que también desempeña roles específicos fundamentales para el funcionamiento de estos entornos. Datos estadísticos revelan que más del 70% de las especies en la Orinoquía y la Amazonía cumplen funciones esenciales, como la polinización, la dispersión de semillas y la regulación de poblaciones de otras criaturas.

Según informes recientes, la deforestación y la degradación del medio ambiente revelaron una disminución alarmante de algunas especies emblemáticas, poniendo en riesgo no solo la biodiversidad regional, sino también la estabilidad global de los ecosistemas.

Proteger y comprender la riqueza biológica de estas áreas contribuye a la preservación de la diversidad global. Además, salvaguarda las funciones de los sistemas que ofrecen la regulación del clima y la provisión de agua.

Reporta: Abraham Chávez desde Custodia Estéreo, Colombia.

Fotografía: El Oriente


Ejes Temáticos:

Medio Ambiente