Por Cristina Cabral. Radio Encuentro. Argentina.
Argentina se preparaba para cumplir los 40 años de democracia ininterrumpida, luego que en 1983 asumiera nuevamente un gobierno constitucional. Muchas y muchos estuvimos preparando nuestras reflexiones acerca de lo logrado y lo adeudado por esa democracia. A la par se producían las elecciones nacionales y sorprendía el crecimiento desproporcionado de Javier Milei con su partido La Libertad Avanza, que radicalizaba los posicionamientos de derecha ya conocidos en los sectores liberales en el país: La dolarización de la economía, el cierre del Banco Central, la liberalización total del comercio, la venta de las empresas nacionales, las tierras y los bienes naturales, la quita de los subsidios a los servicios esenciales y al transporte, la reivindicación de la dictadura militar…
Era mucho. Inimaginable en un país que es reconocido por haber juzgado y encarcelado a los militares que desaparecieron, asesinaron y se apropiaron de niños que aún se siguen buscando. Inimaginable en el país conocido por las conquistas de los movimientos feministas, por su desarrollo científico, con una educación y salud pública extendida en todo el territorio. Todavía nos preguntamos cómo llegamos a cumplir 40 años de democracia con la derecha más radical en el gobierno nacional.
Javier Milei y Victoria Villarroel ganaron la elección con el 56 % de los votos. Un partido sin historia, creado a partir de una figura que se hizo conocida primero como columnista económico en los canales de tv y luego en las redes sociales. Y Victoria Villarroel, la figura más peligrosa, por su inteligencia estratégica, su imagen de señora recta y segura y sus vinculaciones con las castas militares y los intereses económicos que representó la dictadura militar.
“Dentro de la ley todo, fuera de la ley nada” había dicho el presidente en su discurso de asunción, sin embargo, el primer decreto emitido le da facultades todopoderosas al presidente, dando la espalda a los demás poderes establecidos en el congreso nacional y en los gobiernos provinciales.
Días antes de la entrada en vigencia de ese Decreto, llega al Congreso de la Nación una “Ley Ómnibus”, un texto que en 600 páginas que echa por tierra aspectos puntuales de más de 300 leyes sancionadas democráticamente en Argentina. Las propuestas de la ley están hechas a medida de los intereses empresariales más concentrados en el país. En este momento esa “mega ley” está siendo tratada en el Congreso.
Detrás de las alianzas que necesitó Milei para ir delineando un proyecto de gobierno concreto, fue clave la entrada en escena del expresidente argentino Mauricio Macri, que ubicó a sus referentes en puestos claves del nuevo gobierno.
Milei viene a reivindicar una Argentina existente 100 años atrás, cuando no había ningún tipo de derecho laboral, y se repartía el país en función de los intereses de las potencias económicas mundiales. El discurso de La Libertad Avanza, y estas primeras propuestas a un mes de asumir el gobierno, invalida la historia misma de la democracia argentina.
En este momento:
– La justicia sigue recibiendo denuncias para frenar el Decreto, que es de “necesidad y urgencia” de los sectores concentrados de la economía y de los intereses de capitales extranjeros.
– El Congreso debate la Ley Ómnibus donde aún ningún sector puede garantizar que gana la votación.
– Los sectores gremiales, las organizaciones sociales, culturales, los trabajadores de la educación y la salud se preparan para la realización de un PARO GENERAL con movilización en todo el país.
A la movilización contra el gobierno se van sumando personas que lo votaron, pero que en un mes vieron perder nuevamente sus ingresos ante la liberalización de los precios, o fueron despedidos de sus trabajos. Y se sabe que el mayor impacto vendrá en los próximos meses con la suba exponencial de las tarifas de los servicios públicos.
Esa gran puja, que no podíamos imaginar hace unos meses, es la que se está dando en estos días en nuestro país.
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