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La población de Panamá está integrada por más de 4 millones de personas, y el producto interno bruto PIB es de $73,449.3 millones (del primer período según cifras de la Contraloría General de la República). A pesar de estos datos, la desigualdad social y calidad de vida de los panameños no son superadas.
La corrupción y la entrega de tierra para la explotación minera son detonantes y rechazo de la ciudadanía panameña. Debido a que, el gobierno nacional, dirigido por el presidente Laurentino Cortizo Cohen y la Asamblea de Diputados, apuestan al crecimiento económico bajo la lógica del mercado del metal.

Bajo este contexto, varios trabajadores se ven obligados a acudir a plazas de empleo dedicadas al sector extractivista minero, y anulan otras opciones laborales más amigables con el ambiente.

En Panamá, a partir de la época republicana por su papel geopolítico, diseñó su productividad en el comercio y el servicio internacional. Pero en el juego de la explotación de riquezas, las fuerzas antagónicas de patrones y trabajadores, siempre da como resultado la vulneración de los derechos de los trabajadores.

Esta vulneración desembocó en luchas y huelgas nacionales. Y en el marco del debate sobre un nuevo contrato minero entre el estado panameño y Minera Cobre Panamá, filial de la canadiense First Quantum, las denuncias y demandas de los trabajadores, son evidentes. Se rechaza el modelo explotador y depredador.

Reporta: Olmedo Carrasquilla Águila. Radio Temblor Internacional

Fotografía: Radio Temblor

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Emisión Vespertina 21-09-2023