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En Bolivia, la crisis ambiental que atraviesa el país continúa. Pese a que se reportaron las primeras precipitaciones, autoridades parecen olvidar la urgencia de buscar soluciones a largo plazo, que ayuden a mitigar las sequías e incendios forestales, que cada año se hacen más intensas.

El desequilibrio en el ciclo hídrico, en Bolivia, deja un saldo de 3,4 millones de hectáreas afectadas por incendios forestales y más de un centenar de municipios declarados en desastre, como consecuencia de la sequía y el fuego.

El país también sufrió una ola de calor que puso el termómetro por encima de los 40 grados en varias regiones de tierras bajas, con sensaciones térmicas que se acercaban a los 50 grados. Incluso, regiones de valle y montaña superaron récords históricos de altas temperaturas.

El humo de los incendios degeneró la calidad del aire en varias ciudades. Santa Cruz de la Sierra suspendió las clases como medida de salud pública. A su vez, en el departamento del Beni, se declaró desastre por los incendios, ya que fue la región más afectada por el fuego.

Gonzalo Oliver, presidente de la Central de Pueblos Indígenas de La Paz, señaló la grave situación que se afronta una vez calmados los incendios. La falta de agua y la inseguridad alimentaria forman parte de estas problemáticas sin soluciones a largo plazo.

Reporta: Julio Rodríguez de Radio Santa Cruz, Bolivia.

 

Fotografía: Mongabay Latam

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Emisión Vespertina 01-12-2023