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La grave degradación de los suelos bolivianos, el incremento de incendios forestales en las temporadas de sequía y el cambio climático, son los principales factores de la migración interna de comunidades indígenas hacia las zonas urbanas.

De acuerdo al informe sobre la Deforestación e incendios forestales en Bolivia y la vulneración a los Derechos Humanos y de pueblos indígenas, publicado en 2019, “más allá de las condiciones climatológicas propias de la temporada seca, potenciadas por el fenómeno del cambio climático local y global que afecta a la región, los incendios que sufre el oriente de Bolivia son consecuencia de las decisiones adoptadas previamente respecto a la expansión de la frontera agrícola y pecuaria.”

Para la socióloga Margoth Céspedes, la degradación de los suelos, los cuales dejan de ser aptos para la agricultura en las comunidades, obliga a cientos de familias a migrar a las ciudades en busca de oportunidades laborables. Sin embargo, al toparse con oficios diferentes a los que saben realizar, encontrar trabajo se convierte en una tarea difícil.

Esta migración forzada, de las comunidades indígenas hacia las grandes ciudades, implica un problema cultural, social y económico; porque, además, acaba engrosando cinturones de pobreza.

Céspedes afirmó que, en este proceso migratorio, existe una pérdida de identidad cultural. “Poco a poco se va perdiendo los conocimientos del manejo del bosque, de la medicina, de la convivencia con los animales, y todo lo que eso conlleva, desde el punto de vista cultural de las comunidades indígenas”, concluyó Céspedes.

Reporta: Nils Vásquez Toro de Radio Santa Cruz.

Fotografía: ONU