México se convirtió de facto en “Tercer País Seguro” para el gobierno estadunidense de Donald Trump, pues las autoridades de Estados Unidos devolverán a México a extranjeros no mexicanos para que esperen en tierra azteca el periodo que tarden en terminar su solicitud de asilo.
Lejos de condenar la medida, la Cancillería mexicana anunció una serie de medidas para alinearse con la nueva política estadunidense.
Informó que se autorizará el ingreso “de ciertas personas extranjeras provenientes de Estados Unidos”, les otorgará una visa humanitaria y un permiso para trabajar, y “procurará que la implementación de las medidas que tome cada gobierno se coordine a nivel técnico-operativo con la finalidad de desarrollar mecanismos que permitan la participación de las personas migrantes con citatorio en su audiencia ante un juez migratorio estadunidense”.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México trató de justificar la medida, y en una maroma, dijo “las acciones que tomen los gobiernos de México y Estados Unidos no constituyen un esquema de Tercer País Seguro, en el que se obligaría a las personas migrantes en tránsito a solicitar asilo en México”.
“Están dirigidas a facilitar el seguimiento de las solicitudes de asilo en Estados Unidos, sin que eso implique obstáculo alguno para que cualquier persona extranjera pueda solicitar refugio en México”, dijo la SRE.
Sandra Luz Cruz de Radio Huayacocotla nos informa:
Fotos: Proceso y RT