Marcos Valdovinos es de México, del Estado de Michoacán, ha pasado la frontera dos veces y nos cuenta las dificultades que vivió para llegar a suelo norteamericano. Pese a que, en los últimos años, el precio que se paga a los Coyotes para poder cruzar la frontera ha aumentado, varias personas se arriesgan en este viaje. La última vez, él lo hizo junto a un sobrino.
Valdovinos dice que, aunque el sueño americano es recurrente entre las familias mexicanas es necesario pensar lo que se deja porque no es fácil y existen riesgos que pueden costar la vida. “Si van a pasar al otro lado, deben estar seguros de quiénes son las personas que los van a pasar… es peligroso que te maten y te dejen en el desierto”.
La última vez que intentó irse a trabajar como migrante irregular, lo hizo por Nogales en tren hacia Los Ángeles “Fuimos aventados a un canal y nos estábamos muriendo de frío. Queríamos que alguien nos recogiera o que la migra nos encuentre. El agua estaba helada”. Ya en el tren, a la hora de bajarse, la puerta del vagón se atoró “Existen personas que se encuentran esperando ayudar a muchos migrantes cerca del tren. Ayudan para luego cobrar”.
Para reunirse en Los Ángeles junto a sus familiares, su hermano pagó para que los dejaran en libertad. “Es como un secuestro, nos hacen hablarles a nuestros familiares… pagaron 14.000 dólares por mí y mi sobrino”.
Los trabajos más recurrentes que realizan los y las migrantes en los Estados Unidos son en agricultura y construcción “Primero estuve en la cosecha y poda de la mandarina… Luego en la construcción y en la cosecha de cherry, manzanas y pera”. asegura Valdovinos.
Por ahora Marcos, tiene problemas para volver a migrar porque fue detenido por la migra y aparece en la base de datos para ser detenido, si intenta pasar nuevamente de forma irregular.
Crédito de Fotos: Adobe Stock
Producción: Alfredo Cepeda, Radio Huayacocotla – México