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La noche de ayer jueves, a las 23 horas con 49 minutos, se registró un fuerte sismo de 8.2 grados en la escala de Ritcher que impactó principalmente a los estados sureños de Chiapas y Oaxaca, pero también afectó -en menor grado- a la Ciudad de México. Este es el peor movimiento sísmico registrado en el país en los últimos 100 años, superando en magnitud al terremoto de 1985 que azotó a la Ciudad de México.

Según información de las autoridades de los distintos estados afectados, hasta el momento, se suman al menos 31 personas fallecidas: en el estado de Oaxaca murieron 23 personas, en Chiapas 6 personas más, y en Tabasco otras 2 personas perdieron la vida.

Hasta el momento se han registrado más de 132 réplicas, de entre 4.4 y 6.1 grados Richter. Los habitantes de numerosas comunidades, por temor a las réplicas, pasaron la noche afuera de sus viviendas y fue hasta las primeras horas del día de hoy que se animaron a hacer recorridos en sus propiedades para identificar los daños causados por el movimiento sísmico.

Los habitantes, organizados en grupos, junto con miembros de Protección Civil municipal y elementos del ejército, participan en los trabajos de remoción de escombros y de rescate, pues la sede del palacio municipal de Juchitán se derrumbó en un 50 por ciento, además de la zona comercial del primer cuadro.

En la Ciudad de México -aunque el sismo se sintió con mucha fuerza- los daños a las casas y edificios fueron menores. Allí, las ambulancias sonaron durante toda la noche y atendieron a las personas afectadas por crisis nerviosas.

Por otra parte, como si no fuera suficiente, en el lado del Golfo de México, el huracán Katia, se ha ido fortaleciendo y ya es un huracán Categoría 2. Actualmente se ubica en el Golfo de México frente a las costas del estado de Veracruz y tienen vientos máximos sostenidos de 155 kilómetros por hora y oleaje mayor a 5 metros.

El pronóstico actual indica que el huracán Katia tocará las costas veracruzanas alrededor de hoy a medianoche. Hay peligro de deslizamiento de tierras, deslaves, inundaciones y desbordamiento de ríos.

Escuchemos el informe de Eugenio Gómez, desde Radio Huayacocotla: