Berta Cáceres era la máxima dirigente del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas, Copinh, y fue asesinada en marzo de este año luego de una vida de lucha en defensa de los bienes comunes y contra los proyectos hidroeléctricos.
Este último fin de semana su sucesor al frente del Copinh, Tomás Gómez Membreño, sufrió un ataque a tiros mientras conducía una camioneta. En Contacto Sur, entrevistado por Radio Progreso, Gómez dijo que al igual que intentaron hacerlo con Berta Cáceres “el objetivo de ellos es sacarnos, que nos vayamos del país y yo no me voy a ir”.
El mismo día, el líder comunitario Alexander García Sorto vivió un ataque similar cuando desconocidos efectuaron varios disparos contra su casa mientras dormía junto a su familia. El Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras emitió un comunicado de alerta nacional e internacional ante estos hechos que muestran un país en donde los luchadores sociales están en permanente riesgo y tienen amenazada su integridad por enfrentar a empresas poderosas como Desa, que tienen el amparo del gobierno de Juan Orlando Hernández.
El comunicado señala que se trata de “intentos de silenciar la lucha del Copinh en contra de los proyectos de muerte en los territorios Lencas, impulsados por este gobierno corrupto, arrodillado a los intereses económicos nacionales y transnacionales”.
Tomás Gómez aseguró que “pretendían asesinar a Berta y con ello terminar con esta organización” pero hoy ven que “van saliendo nuevos líderes y buscan la manera de amedrentarlos o de asesinarlos”.
“Lo que buscan es las piezas claves dentro del Copinh para que pidan asilo político o para que se vayan del país, pero yo no me voy a ir”, expresó.
