Comunidades, organizaciones sociales, iglesias históricas y la iglesia católica, protagonizaron una masiva marcha en contra de la privatización del agua en El Salvador.
Los manifestantes entregaron más de 200 mil firmas a la Asamblea Legislativa de la nación centroamericana, que fueron recogidas en todo el país para mostrar a los diputados y diputadas el sentir de la población frente a este tema.
Las firmas acompañan la petición de protección del acceso al agua como un derecho humano y que en consecuencia se garantice su gestión pública y comunitaria.
Esta es la segunda movilización en la que cientos de personas se suman para rechazar la amenaza de mercantilización del agua promovidas por diputadas y diputadas de derecho en la Comisión de Medio Ambiente del parlamento.
Recientemente denunciaron que las legisladoras y los legisladores retomaron como base de la discusión de la ley de aguas una propuesta creada por un equipo técnico que deja de lado el anteproyecto de ley general de aguas presentado por el movimiento popular hace más de 10 años.
El arzobispo de San Salvador, Monseñor José Luis Escobar Salas, cuestionó que los parlamentarios tomen decisiones a espaldas de lo que ya había sido aprobado en periodos anteriores y sobre todo a espaldas del pueblo que desde hace 10 años se viene expresando y recordó “ellos son funcionarios elegidos por el pueblo para bien del pueblo mismo, no es que porque tuvieron los votos ellos pueden hacer lo que ellos quieran”, al tiempo que los instó a rectificar.
En base a un estudio realizado por la UCA, el sacerdote calificó de “injusto” el sistema propuesto en el proyecto que debaten los parlamentarios para la administración del agua.
La Alianza Nacional contra la Privatización del Agua reiteró su preocupación por lo que consideran una estrategia de los factores de poder de la derecha para beneficiar los intereses de los empresarios.
Para Karen Ramírez del Foro del Agua, la exclusión de las juntas del agua y de la UCA de la discusión, es otra muestra de que los partidos de derecha no valoran el trabajo que han realizado las comunidades.
Norma Ramírez de Arpas nos informa:
Fotos: Diario UNO e Hispanic Press