El presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, se unió a las voces de rechazo de la decisión del Senado brasileño de destituir a la presidenta Dilma Rousseff de su cargo.
Luego de solidarizarse con Rousseff, Sánchez Cerén dijo que este tipo de acciones atenta contra la estabilidad de la democracia y contra los procesos de integración de la región.
Aseguró que hubo manipulación política en el juicio que se llevó a cabo contra la mandataria brasileña, en el que además no se comprobó la responsabilidad criminal de Dilma Rousseff.
Informó que están haciendo seguimiento a la situación que se vive en Brasil para decidir llamar a consulta al embajador de El Salvador en este país.
Además denunció que hay un plan de desestabilización en marcha que busca afectar el Gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro.
Joselyn Roca | ARPAS