El 31 de octubre de 1989 a las 12:25 del mediodía una explosión ensordeció a quienes transitaban en los alrededores del antiguo mercado El Cuartel, en el centro de San Salvador.
El edificio conocido como local de la Federación Nacional Sindical de Trabajadores Salvadoreños, Fenastras, se vio cubierto de humo, fuego y gritos de desesperación de las y los sobrevivientes del atentado dinamitero que se acabó con la vida de 10 sindicalistas, entre ellas la de Debel Isabel Velázquez, lideresa sindical de la época.
29 años después, en memoria de quienes perdieron su vida en este atentado, en El Salvador se conmemora, como cada 31 de octubre, el Día del y la Sindicalista. Como cada año, las y los mártires sindicalistas fueron recordados y recordadas por quienes en la actualidad siguen su legado.
La precarización laboral, la garantía de derechos fundamentales, los obstáculos para la libertad sindical, entre otras, han sido las históricas banderas de lucha del movimiento sindical que actualmente siguen vigentes.
Para este año, los sindicatos marcharon hacia la Asamblea Legislativa, llevando consigo estas banderas y otras como la no privatización del agua y una propuesta de reforma integral al sistema de pensiones, así lo dijo Liduvina Escobar, secretaria general del Sindicato General del Ministerio del Trabajo.
La marcha también tuvo como objetivo llevar al seno del legislativo una propuesta de ley reguladora de la tercerización del empleo en El Salvador, con la que buscan poner en regla trabajos subcontratados, servicios profesionales y outsoursing (externalización), con base a la garantía de derechos fundamentales laborales.
Krisia Girón de Arpas nos informa: