En el 2do día del evento consultivo subregional organizado por ORELAC- UNESCO en América Latina hacia la CONFINTEA VII, con el tema central titulado Balance general, avances, desafíos y temas pendientes en la EPJA, efectuado este jueves 29 de julio, diversas organizaciones presentaron sus propuestas y posiciones respecto a la educación para personas jóvenes y adultas en una mirada a 12 años del Marco de Acción de Belém.
Entre las propuestas más reiteradas estuvieron los procesos continuos de implementación de currículos que se adapten a las realidades diversas de las personas, acompañado de un compromiso multisectorial que responda a necesidades locales, regionales, etc.
También, se enfatizó mucho en la importancia de situar en las agendas nacionales estos currículos especializados y personalizados prestando atención a los sistemas de evaluación y los contenidos.
Por otro lado, se puso como tema de discusión las maneras de enfrentar a la creciente brecha digital, trabajando en respuestas pertinentes y no espontáneas.
La coordinadora de la Red de Educación Popular Entre Mujeres de Latino América y el Caribe (REPEM LAC), Mónica Novillo, habló sobre el contexto actual cambiado por una pandemia que “ha acentuado los rasgos de las desigualdades y ha expuesto la crisis de un modelo de desarrollo insostenible y la alianza de los sistemas de dominación colonial, capitalista y patriarcal”. También, reflexionó la disertante sobre cómo los Estados deben garantizar la protección a nivel salud, educación y empleo digno.
Novillo lamentó que existen restricciones para el ejercicio del derecho a la educación y citó que en el Informe Mundial sobre el aprendizaje y educación de las personas jóvenes y adultas se constató que en el 54% de países más hombres que mujeres participaron en la formación profesional y la mayoría de las personas adultas con baja alfabetización son todavía las mujeres.
Como parte de su misión la REPEM busca visibilizar las condiciones particulares del ejercicio del derecho a la educación por parte de las niñas, las jóvenes y las adultas. La brecha cultural científica y tecnológica entre hombres y mujeres, y la desigualdad salarial, aun teniendo equivalencia académica, son problemáticas que son analizadas desde esta red.
Como propuesta, la coordinadora de la REPEM impulsó la noción y el reconocimiento de la EPJA como un derecho humano que, a su vez, facilita otros derechos como la salud, el trabajo digno, la igualdad y equidad de género y la participación democrática, etc.
Otra propuesta de la REPEM fue que la educación a lo largo de la vida debe garantizar el acceso, disfrute y recreación de los bienes culturales comunes. Así también alertó sobre políticas privatizadoras de la educación que afectan a los sectores más vulnerables, reconociendo que la educación como derecho universal debe ser pública, gratuita, y gestionada con enfoque intersectorial.
Posteriormente, el vicepresidente del Consejo Internacional para la Educación de Personas Adultas (ICAE), Timothy Ireland, habló sobre educación de personas adultas como derecho universal y sus desafíos en América Latina.