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Esta caravana es una oportunidad para ver esos rostros que son los rostros de estas crisis provocadas por la imposición de gobiernos autoritarios y de modelos económicos excluyentes”, manifestó Yolanda González, coordinadora de la Red de Jesuitas con Migrantes.

Para la Red de Jesuitas con Migrantes, el respeto a la dignidad humana está en crisis en la región centroamericana. Consideran que en los últimos años han surgido nuevas crisis en el contexto migratorio de Centro y Norteamérica que, se expresan en fenómenos como el desplazamiento forzado de miles de personas que huyen de la violencia y la pobreza.

Insisten en los peligros que existen en la ruta hacia los Estados Unidos, además ponen sobre la mesa las políticas migratorias, no solo del país norteamericano, si no de los Estados del triangulo norte, políticas a las que el presidente estadounidense Donald Trump, ha pedido se endurezcan ante la Caravana de Migrantes de Honduras, conformada por más de 2000 personas: mujeres, hombres, niños, niñas, adultos y adultas mayores y de diversidad sexual.

Lisbeth Gramajo, de la Universidad Rafael Andivar de Guatemala, explicó que la caravana que salió unida y a la que se fue sumando más gente en territorio hondureño, ya en Guatemala ha ido dispersándose y las personas han ido avanzando en su ruta recibiendo expresiones de solidaridad de parte de la población, y no tanto de las autoridades, pues las autoridades guatemaltecas emitieron un comunicado en el que, a pesar de que reconocen el derecho a migrar, no permitirían que el proceso se hiciera de forma irregular o sin respetar las leyes guatemaltecas.

Consideró dicho comunicado una expresión que “representan un retroceso a esos avances y ese ideal de integración centroamericana que ha ido consolidándose poco a poco en estos países.”

Para Yolanda González, coordinadora de la red, dijo que la amenaza del presidente estadounidense al Gobierno de Honduras de quitar la ayuda económica si no detiene la Caravana, afectará directamente a las élites hondureñas, “no es una amenaza que afecte a la mayoría de la población, la mayoría de la población huye de un país que tiene un régimen autoritario avalado por la administración de Donald Trump, por lo tanto esa amenaza de cortar los fondos, a quien va a afectar es a ese gobierno autoritario a ese régimen ilegal que implementa, precisamente, las políticas que obligan a huir a miles y miles de hondureños y hondureñas como se está viendo en estos días.

También la crisis política que vive Nicaragua ha hecho que miles se refugien en diferentes países de Latinoamérica, Lea Montes del Servicio Jesuita de Migrantes de Nicaragua, calificó como una violación a los derechos humanos que un joven de 16 años tenga que abandonar su país para salvaguardar su vida por ser considerado una amenaza para el gobierno, “cómo es posible que ahora en Nicaragua haya más terroristas que en todos los países del mundo, eso es una violación a los derechos humanos de todos los nicaragüenses.”

En 2017 se registraron más de 298 mil personas centroamericanas en condición de refugio o en solicitud de dicha condición, aumentando en 1026% el número de solicitudes de refugio en México entre 2013 y 2017, convirtiendo esta nación en un país de destino, según la Red de Documentación de Organizaciones Defensoras de Migrantes.

Además, según  la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos, entre 2016 y 2017 el número de madres y padres separados de sus familias y deportados subió 120%.

La Red de Jesuitas con Migrantes exige un cambio de enfoque de políticas de seguridad nacional que criminaliza la migración por uno que priorice la seguridad humana y de derechos de las personas; y a los gobiernos a cumplir su obligación de proteger y garantizar los derechos humanos   .

Así como a México y los Estados Unidos a garantizar la protección de la caravana hondureña y al resto de migrantes latinoamericanos, que son la más viva expresión de un sistema desigual, violento y excluyente.

Este 18 de octubre, la Caravana de Migrantes de Honduras estaría ingresando a México. Se prevé que entren por el paso de Tecún Umán, frontera con el estado de Chiapas en México, dónde, aproximadamente, 300 de sus compañeros están esperando.

Sin embargo, también podrían cruzar por la localidad guatemalteca El Carmen que colinda con la mexicana localidad Talismán.

Las autoridades mexicanas han anunciado que no habrá ningún tipo de represión y que brindarán refugio y atención humanitaria para los migrantes en Tapachula, donde se encuentran desplegadas las autoridades para prevenir disturbios.

Krissia Girón de Arpas nos informa:

Fotos: La Prensa y El Universal