La presidenta de Honduras, Xiomara Castro Sarmiento, se convirtió en la principal ausente durante la inauguración de la cuarta legislatura del Congreso Nacional, un evento clave que también marcó el cierre de su tercer año de gobierno. Su falta de presencia generó diversas reacciones en un contexto de crisis política y cuestionamientos sobre su administración.
Durante el acto, el Congreso Nacional inició el nuevo periodo legislativo sin haber cerrado formalmente la tercera legislatura, lo que refleja la inestabilidad institucional del país. La ausencia de la mandataria en un evento de tal relevancia dejó un vacío en el balance de su gestión y aumentó las críticas sobre su compromiso con la rendición de cuentas.
Para analizar los tres años de su gobierno, el economista y sociólogo, Julio Raúl Dales, destacó tanto los avances como las deudas pendientes de la administración de Castro. Entre los logros mencionó los esfuerzos en la mejora de la red hospitalaria, aunque sin concretar la culminación de nuevos centros de salud. También resaltó los avances en infraestructura vial, con la rehabilitación de carreteras claves para la conectividad del país. Asimismo, valoró las acciones emprendidas para reducir las pérdidas en la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), aunque persisten problemas estructurales en el sector.
Sin embargo, también señaló las grandes falencias del gobierno, como la falta de avances en la lucha contra la corrupción, evidenciada en la ausencia de acciones concretas para la instalación de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Honduras (CICIH). Además, denuncias de corrupción dentro del propio gobierno, como el caso del ex-gerente de Hondutel, han debilitado la confianza en la administración.
Otro punto crítico es el rezago del sistema educativo, que, según informes del Banco Mundial, aún no se ha recuperado tras la pandemia, situando a Honduras en desventaja frente a otros países de la región. Además, la inseguridad sigue siendo un tema sin resolver, mientras la oposición y sectores críticos acusan al gobierno de no generar estrategias efectivas para combatir el crimen organizado.
El 2025 será un año clave para Honduras, con elecciones internas en marzo y generales en noviembre, lo que pone a la administración de Castro bajo la lupa. La falta de avances en temas como la institucionalidad y la corrupción podría pesar en la opinión pública y en el rumbo político del país.
El debate sobre la extradición de delincuentes también sigue abierto, con analistas advirtiendo sobre el retroceso en la justicia hondureña y la preocupación de que otros países sigan asumiendo el papel de impartir justicia por Honduras.
Producción: Iolany Pérez de Radio Progreso, Honduras.
Fotografía: REUTERS/Stringer
