En Bolivia se lleva una fuerte contienda por el liderazgo del Movimiento al Socialismo (MAS, misma que ha desatado una guerra digital entre el expresidente Evo Morales y el actual mandatario, Luis Arce.
A medida que se aproximan las elecciones de 2025, los grupos rivales del MAS han llevado su confrontación a las redes sociales, donde la desinformación y las estrategias digitales polarizan aún más a la ciudadanía.
ERBOL realizó una investigación donde se pone en evidencia cómo TikTok, Facebook y X se han convertido en los principales escenarios de esta batalla política, en la que se difunden mensajes falsos y ataques personales para desacreditar tanto a Morales como a Arce.
Según Marcelo Durán, experto en tecnología de la información, el MAS ha perfeccionado el uso de las redes sociales como herramienta para erosionar la imagen de sus opositores, una táctica que se intensificó desde la renuncia de Morales en 2019.
“El MAS ha entendido que no se trata de promover a su candidato, sino de destruir al oponente”, comenta Durán, quien también destaca que los seguidores de Morales y Arce ahora se atacan mutuamente, intensificando la división dentro del partido.
ERBOL analizó más de 50 cuentas digitales activas en Bolivia, y se evidenció que las publicaciones falsas sobre temas como la crisis económica y el desabastecimiento de diésel generan más interacción que las noticias verificadas.
Meta, la empresa matriz de Facebook e Instagram, reveló que en 2023 eliminó más de mil cuentas falsas vinculadas a Bolivia, dedicadas a desacreditar a líderes de oposición y a periodistas críticos. Este fenómeno alertó a organismos internacionales, que advierten sobre el impacto de estas tácticas en la libertad de expresión y el debate público.
Esta guerra digital no solo amenaza con dividir al partido en el poder, sino que también pone en riesgo la estabilidad social en Bolivia. Mientras el Tribunal Electoral se prepara para las elecciones de 2025, la población se encuentra inmersa en la desinformación que podría definir el rumbo del país.
Informa: Inés Gonzáles de ERBOL, Bolivia.
