Analistas explican que Perú vive una crisis política institucional desde hace varios años. Expresidentes acusados de corrupción, representantes en el parlamento que no gozan de aceptación ciudadana y una gobernante con apenas un 7% de aceptación, son algunas de las tensiones institucionales persistentes.
La pérdida de credibilidad en la clase política generó un malestar generalizado que se manifestó en movilizaciones y protestas en las calles. Sin embargo, estas acciones ciudadanas no logran obtener resultados favorables, llevando a un debilitamiento progresivo.
Este debilitamiento, lejos de conducir a un respiro político, es aprovechado por el Congreso de la República para avanzar en sus planes de socavar la democracia. La más reciente maniobra consiste en la destitución de dos integrantes de la Junta Nacional de Justicia, lo que suscitó preocupaciones sobre el futuro de la independencia judicial en el país.
Para analizar la situación compleja que vive el país, Alexis Chévez, corresponsal en Perú, dialogó con Alfonso Cotera, activista de Derechos Humanos y analista político.
Fotografía: Congreso Peruano
