En una poderosa muestra de solidaridad, cientos de personas, incluyendo decenas de migrantes, se unieron al cacerolazo cultural en la ciudad de Rosario, Argentina.
Las protestas se realizaron el miércoles 10 de enero de 2024, donde trabajadores del cine y diversos sectores culturales alzaron la voz, para exigir al gobierno de Milei respetar el presupuesto destinado a la cultura. La consigna resonó fuertemente: ¡La cultura no se vende!
Las manifestaciones se llevaron a cabo en el contexto del debate sobre la polémica “Ley Ómnibus”, que propone desmantelar instituciones culturales y recortar drásticamente el presupuesto en esta área.
En palabras de Doroti, una ciudadana haitiana y estudiante de bellas artes en Argentina, el respaldo al sector cultural es esencial, ya que recortar financieramente a la cultura es recortar la identidad argentina. También, expresó su compromiso con la lucha, destacando que, si las universidades públicas llegaran a privatizarse, se perdería un derecho fundamental del país.
“Haití tienen que tomar ejemplo de los argentinos para conseguir su derecho. Que no debería ser así, porque no hay que luchar para tenerlo, pero dada las circunstancias hay que hacerlo”, concluyó Doroti.
Reporta: Aire Libre Radio Comunitaria.