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En una toma de posesión atípica, Bernardo Arévalo promete luchar contra el autoritarismo y la corrupción.

En Guatemala, Bernardo Arévalo asumió la presidencia luego de una extensa jornada de desacuerdos con el Congreso. Junto a su binomio, la actual vicepresidenta, Karin Herrera, gobernarán el periodo comprendido entre el 2024 – 2028; siendo el mandato número 52 de la historia guatemalteca.

La posesión presidencial estuvo prevista para el domingo 14 de enero a las 3:00 pm.  Sin embargo, los desacuerdo en el Congreso retrasaron la sesión, y finalmente pasada las 23:00 horas, se llevó a cabo la investidura presidencial.

El presidente Arévalo, y la vicepresidenta Herrera se dirigieron a la población guatemalteca en el Ministerio Público, donde por 105 días, líderes y lideresas indígenas permanecieron en lucha y defensa de la democracia y el voto ciudadano.

El ascenso de Arévalo a la presidencia de Guatemala se vio marcado por una serie de obstáculos por parte de diversos funcionarios públicos. Pese a su victoria y apoyo electoral con más del 60%, su bancada con la cual llegó al poder (Movimiento Semilla), fue catalogada como corrupta y se impulsó una suspensión de la personería jurídica.

La posesión de Arévalo junto a Herrara mantuvo en vilo a cientos de simpatizantes que exigían se cumpla con el voto popular y con las estipulaciones constitucionales. En su primer discurso, la vicepresidenta enfatizó que no descansará hasta llegar a una Guatemala con igualdad de oportunidades y mejores condiciones de vida para los sectores que han sido olvidados por otros gobernantes.

Reporta: Iolany Pérez de Radio Progreso Honduras, cobertura en Guatemala.

Fotografías: Federación Guatemalteca de Escuelas Radiofónicas (FGER)/Iolany Pérez.