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Entrevista FCINA 

Leonidas Iza Salazar es hijo de José María Iza Viracocha, un histórico dirigente indígena del Ecuador. Desde 2016 hasta 2021 se desempeñó como presidente del Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi (MICC), una poderosa federación emplazada en la provincia del mismo nombre, en la zona interandina del país.

Su influencia y notoriedad pública se aumentó con la movilización social del año 2019 contra el paquetazo económico impulsado por el gobierno del ex presidente Lenin Moreno, cuanto Iza encabezó la movilización de más de 60 mil indígenas hasta la capital Quito. El prestigio alcanzado y su centralidad en las mesas de negociación con el gobierno le valieron una intensa persecución política y judicial, aunque implicó también su elección como presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) –la más poderosa de las confederaciones indígenas del país– en junio del 2021.

La entrevista colaborativa que sigue fue organizada por el Foro de Comunicación para la Integración de Nuestra América (FCINA), una articulación de medios, redes informativas y movimientos sociales de la región comprometidos con la democratización de la comunicación y el avance de la integración de los pueblos de América Latina y el Caribe.

La misma fue realizada con la moderación de Javier Tolcachier de Pressenza y Felipe Bianchi del Centro de Estudios de Medios Alternativos “Barão de Itararé”, y contó con la participación de María Cianci Bastidas (Ecuador) de ALER; Leonardo Wexell Severo (Brasil) de Hora do Povo/Comunica Sul; Coco Vidal Quispe (Bolivia) de la Coordinadora Audiovisual Indígena Originaria de Bolivia; Lautaro Rivara (Argentina) de ALAI; y Kervin Martinez (República Dominicana) de la CLOC-La Vía Campesina.

María Cianci Bastidas (ALER): El escenario reciente de Ecuador arroja muchas novedades: el pedido de juicio político al presidente Guillermo Lasso; los desacuerdos surgidos en la Asamblea Nacional; el lamentable asesinato de Eduardo Mendúa, dirigente de la CONAIE y defensor ambiental contra el extractivismo; así como la denuncia de incumplimiento de los acuerdos surgidos en las mesas de diálogo con el gobierno tras el estallido social. Ante este panorama, ¿ratifica el movimiento indígena que usted lidera el pedido de renuncia del ejecutivo?

Leonidas Iza: Hay una crisis instalada en el Ecuador. Una desestabilización institucional que no fue generada ni por el movimiento indígena ni por los sectores populares, sino que parte de una administración nula, que no beneficia ni resuelve los problemas más sentidos de los ecuatorianos. En este escenario, el asesinato de nuestro compañero Eduardo Mendúa ha caldeado los ánimos. Por lo tanto, desde el Consejo de Gobierno [de la CONAIE], hemos declarado una total radicalización de la lucha, más aún cuando el extractivismo, petrolero o minero, busca anular los derechos de los pueblos indígenas sobre los territorios. En estos días han aumentado los niveles de violencia de las empresas mineras transnacionales hacia nuestros compañeros. Por eso, como fuerza organizada, vamos a defender los territorios.

Respecto al escenario nacional, si miramos este conflicto entre la Asamblea Nacional y el ejecutivo, si vemos que las autoridades administrativas están involucradas en actos de corrupción y se relacionan con las mafias del narcotráfico, debemos dar una salida, pero considerando también que un sector de los ecuatorianos no quieren más movilizaciones ni paros. Por ello la CONAIE ha tomado una postura en favor del proceso de juicio político [al presidente Lasso], comprobándose, lógicamente, todo lo que deba comprobarse en lo referente a las acciones del gobierno nacional, en este caso en la figura del presidente de la República.

En estos días hemos declarado la movilización en los territorios y la movilización por el Día Internacional de la Mujer. El día 17 tendremos una asamblea, y el 28 vamos a participar en una movilización que hará entrega [del proyecto] de la Ley de Aguas en que hemos estado trabajando este año. Vamos a estar expectantes a lo que pase en el país, y si la situación se agrava, nos declararemos en movilización nacional.

Leonardo Wexell Severo (Hora do Povo/Comunica Sul): Recientemente, un amplio frente logró derrotar en Brasil a las fuerzas fascistas de [Jair Messias] Bolsonaro. ¿Cuál es su valoración de los frentes de esas características? ¿Podrían consolidar en Ecuador una fuerza opositora que garantice el avance de la democracia y las políticas soberanas? Además, ante la posibilidad real de derrotar al gobierno de Lasso y su política de privatización de sectores estratégicos de la economía a favor de las transnacionales y del sistema financiero, ¿cuáles deberían ser las medidas de emergencia a tomar para frenar la sangría de riquezas y ponerlas al servicio de la generación de ingresos y empleos?

Leonidas Iza: Creo que hay una necesidad histórica en Latinoamérica, en el continente todo y en el mundo. Y creo que los últimos procesos electorales de América Latina, el Tahuantinsuyo, Abya Yala, han dado el mensaje de que la región no está dispuesta a seguir las políticas neoliberales, ni a seguir cargando sobre sus hombros las políticas de imposición del Fondo Monetario Internacional. Este mensaje es importante, y lo compartimos en su debido momento con el presidente del Estado brasileño, el hermano [Luiz Inácio] Lula da Silva.

Creemos importante seguir también lo que ha ido pasando en otros países, como en aquellos en donde se ha instalado un tipo de política por parte de sectores que no quieren soltar el poder, como lo vemos en el hermano país del Perú, en donde acabaron sacando del poder al presidente [Pedro] Castillo. Me parece que desde los pueblos debemos garantizar una gran plataforma continental para unirnos y luchar frente a la imposición de las políticas fascistas en nuestros territorios. Así también debemos generar las condiciones del cambio, respetando la autonomía de cada pueblo, de cada Estado, avanzando, como diría aquel pensador, en una “creación heroica”[1].

En el mismo sentido, y en relación a su otra pregunta, creo importante pensar en un sistema económico que sea continental, como pasa en otras partes del mundo, en donde otras regiones han generado sus propios bloques económicos. Sólo Latinoamérica no ha tenido la posibilidad de contar con una base económica consolidada, para hacer frente a los otros bloques a nivel internacional, que nos tratan como servidores de las multinacionales, como servidores de las economías centrales. Creo que es importante, desde la unidad continental y desde la unidad de los sectores populares, pensar en una integración que no sea solo organizativa o de lucha, sino también económica, que incorpore a la economía circular, a la economía comunitaria, a todas las economías que hacen parte de las alternativas a la economía neoliberal. Por eso demandamos que debe ser la economía real la que sostenga a nuestras familias, y no las economías especulativas del sistema financiero, que extraen el trabajo de nuestros campesinos o nos dejan sin empleo.

Coco Vidal Quispe (CAIB): ¿Cómo se están organizando los pueblos indígenas de la Amazonía, de los valles, del altiplano? ¿Cuáles son las similitudes, las fortalezas y los acuerdos comunes que han construido como pueblos indígenas del Ecuador?

Leonidas Iza: Creo en primer lugar que la CONAIE es una de las organizaciones de importancia del continente. Nosotros hemos logrado estructurarnos en varios niveles de organización, que vienen desde la comuna, pasan por la comunidad y el pueblo, y llegan hasta la nacionalidad, y que están articulados lógicamente en las tres regiones del país. Por eso hay autoridades de diferentes niveles, hasta llegar a una autoridad nacional que es la que en este momento estamos ejerciendo nosotros.

La CONAIE integra aproximadamente a 10 mil comunidades de base de las tres regiones del país. Es integrada por 18 pueblos de nacionalidad quichua, en la sierra ecuatoriana, la Amazonía y la costa; e integra a otras 15 nacionalidades diferenciadas por su cultura, su idioma y sus tradiciones. La ramificación de estas estructuras organizativas hace parte de nuestras fortalezas. Pero intentamos, desde esta identidad política y organizativa, colaborar y cooperar con otras organizaciones hermanas a nivel continental.

Según las Naciones Unidas, en América Latina y el Caribe hay 873 pueblos, los que compartimos todos los mismos problemas. El problema territorial, el problema de la discriminación, el problema del racismo, el problema de la expansión de los monocultivos sobre nuestros territorios, etcétera. Por eso intentamos encauzar nuestras luchas en una lucha común que no es sólo para los pueblos indígenas. Por ejemplo, el tema de la defensa territorial se ha vuelto un tema central para toda la humanidad, porque en este momento enfrentamos un proceso de calentamiento global que es efecto del modelo económico capitalista, que extrae los recursos de nuestros territorios para su acumulación global.

No podemos aceptar esta locura. ¿Cómo es posible que algunos seres humanos acumulen a título individual los recursos de todo un continente? Esto se tiene que discutir con toda centralidad, y no puede quedar en un debate ético ni moral, sino que es un asunto estructural. Por eso impulsamos también esta unidad a nivel mundial. Veamos lo que pasa en Francia, en donde millones se han movilizado para defender los derechos de las personas de la tercera edad, a quienes se pretende hacer trabajar cuando ya no pueden sostenerse. No es posible que la crisis de la sociedad capitalista se siga cargando sobre los sectores populares.

Lautaro Rivara (ALAI): Le quería hacer tres preguntas muy breves, todas ellas enmarcadas en la cuestión político-electoral. En primer lugar, si pudiera explicar para un público no ecuatoriano cuál es el vínculo orgánico exacto que une a la CONAIE con el Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik. En segundo lugar, preguntarle por su valoración del desempeño de esta formación político-partidaria, en particular sobre el rol de sus parlamentarias y parlamentarios en la Asamblea Nacional. Por último, consultarle sobre si podría llegar a ser candidato presidencial en las elecciones de 2025, o incluso antes, en unas eventuales elecciones anticipadas.

Leonidas Iza: Primero, decir que el movimiento Pachakutik nace con varias características distintivas. Este surge en 1994 en una relación orgánica indisoluble con la estructura organizativa [de la CONAIE]. Por eso nosotros reivindicamos que su nacimiento se da en el corazón de las luchas, para disputar los escenarios colonialistas del Estado ecuatoriano, disputando los sentidos de lo que es o significa la República. Su función es recoger la fuerza organizativa de los pueblos y nacionalidades indígenas, pero abriéndose hacia el conjunto de la sociedad ecuatoriana, hacia el conjunto de los sectores populares, sean estos blancos, mestizos, montubios[2], indígenas, afros. Es decir, todas las identidades, pero también todas las formas de organización de las clases trabajadoras, feministas y comunitaristas, para que podamos encauzarlas en un solo proyecto político de país. Así definido el campo popular, de lo que se trata es de unirse con todos los explotados del Ecuador. Todo este proceso –y esto es importante– se sostiene no con liderazgos individuales, sino con los liderazgos colectivos que demanda nuestro proyecto político.

Ahora bien, ¿qué es lo que pienso sobre algunos de nuestros representantes dentro de la Asamblea Nacional? Como lo hemos dicho, nuestra posición es de izquierda y se debe a los sectores más desfavorecidos. Pero hay algunos asambleístas [de Pachakutik] que se han acercado a sectores que impulsan políticas capitalistas y neoliberales de las que hemos sido fuertemente críticos. Por eso, les hemos exigido que mantengan su coherencia como representantes elegidos por los sectores populares del Ecuador.

En relación a la última pregunta: si voy a ser candidato o representante, esta no es una decisión individual que yo pueda tomar. Nosotros somos sociedades colectivas, y nos debemos a ese sujeto colectivo en cada núcleo de nuestra organización. Yo vengo de una comunidad, de una organización de segundo grado, de un pueblo indígena determinado, de un proceso regional que hace parte de Ecuarunari[3]ii, organización que a su vez hace parte de la CONAIE. Cualquier intención, cualquier decisión, debe pasar primero por todos los filtros de la organización. En ese momento somos autoridades comunitarias de la CONAIE, y no vamos a confundir este rol con las cuestiones electorales. Una vez concluido nuestro período serán nuestras organizaciones, nuestros pueblos a nivel de base, los que determinen lo que hagamos en el escenario electoral.

Felipe Bianchi (Barão de Itararé): Te pregunto por un tema que trabajamos mucho en FCINA, que tiene que ver con la democratización de los medios de comunicación. ¿Cómo ves la lucha por la democracia, por la cuestión comunicacional, y cuál es la situación de la Ley Orgánica de Comunicación que fue aprobada en 2013? ¿Cómo podría esta ley servir a los pueblos y nacionalidades indígenas de tu país, a la hora de enfrentar el dominio de los medios hegemónicos por parte de las élites ecuatorianas? ¿Cómo ve la CONAIE la situación de este sector, el de la comunicación, tan estratégico para la lucha política?

Leonidas Iza: Creo que el derecho a la comunicación es un derecho inalienable que los seres humanos y las organizaciones –no solo en el Ecuador, sino a nivel global– debemos exigir con fuerza. Aquí se dio una reforma en el año pasado, en donde desde la CONAIE defendimos el derecho a la comunicación comunitaria, el derecho a la comunicación alternativa, el derecho a la comunicación popular. No puede ser que solo se consideren los derechos de los medios masivos de comunicación, sean privados o públicos, dejando sin vocería a los más humildes. No podemos aceptar que los medios masivos privaticen la información. Lo que debemos, para empezar, es garantizar la redistribución de la frecuencia radioeléctrica en el país. Nosotros tenemos nuestros propios medios, y los estamos articulando en una plataforma unitaria que pueda hacer contrapeso a los medios oficiales y masivos, que sólo hablan de lo que quieren sus propietarios. Estamos poniendo todo nuestro empeño en construir nuevos tópicos y nuevos medios que permitan disputar las vocerías, los sentidos, y la verdad en el Ecuador.

Leonardo Wexell Severo (Hora do Povo/Comunica Sul): Cuando hablamos de comunicación e integración regional, nos enfrentamos con gigantescas murallas impuestas por los monopolios, que van desde la invisibilidad y el silencio, hasta las más aberrantes manipulaciones y mentiras. Vale la pena destacar que cuando deseamos comunicar, por ejemplo, una manifestación de la CONAIE, se hace difícil conseguir fotos o declaraciones de los dirigentes, porque la internet manipula y segrega. En ese sentido, ¿cuál es la importancia de invertir en redes alternativas que puedan formar a nuestros ciudadanos política e ideológicamente en la independencia de conciencia?

Leonidas Iza: Creo que estamos ante una necesidad histórica. Necesitamos dar ese salto cualitativo en este nuevo tiempo de la humanidad, cada vez más sostenida en estas nuevas plataformas comunicativas, que deben ser también apropiadas por los sectores populares. No podemos confiar en los medios masivos, parcializados, en donde no encontramos información objetiva. Para estar a la altura de la historia, debemos articular los medios comunitarios, los medios alternativos, los medios populares, desde cada uno de nuestros países.

Es importante el tema de la libertad de conciencia: si nosotros no accedemos a una información real, alguien va a estar llenando por nosotros nuestras conciencias: y serán esas mismas personas que manejan y manipulan las plataformas de comunicación, los mismos capitalistas de la información y de la comunicación.

Coco Vidal Quispe (CAIB): En cuanto a la integración de los pueblos, de las naciones, de los indígenas originarios, de los campesinos en el gobierno, ¿cómo cree que debemos avanzar en la diplomacia de los pueblos, a nivel del continente y también a nivel internacional?

Leonidas Iza: Creo que debemos construir esta integración en tres niveles. Primero, sobre la autonomía de cada pueblo y cada nacionalidad (ya mencioné los 873 pueblos y nacionalidades que habitan en América Latina y el Caribe). Desde estas formas milenarias de organización necesitamos articularnos en una autonomía no basada centralmente en los Estados, sino en los pueblos y en los territorios. Debemos recobrar aquella unidad previa a la Colonia, previa a las Repúblicas, para no dejarnos obnubilar por la intermediación estatal.

En primera instancia, esta articulación en un proceso continental. Pero para eso no debemos inventar más espacios organizativos, sino fortalecer los que ya tenemos. Por ejemplo, para los nueve países amazónicos tenemos la COICA [Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica]. Tenemos también la CAOI [Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas], que integra a los países y organizaciones que nos podemos agrupar desde una visión más andina, identificando los patrones comunes de lucha contra el deterioro del agua y los páramos, por ejemplo. Tenemos también el Foro Indígena de Abya Yala (FIAY) y el Foro de Soberanía Alimentaria. Tenemos ya las estructuras organizativas; tres, cuatro, cinco organizaciones a nivel regional y continental que podrían hacer parte de un solo bloque, manteniendo la autonomía de las organizaciones, pueblos y nacionalidades.

En un segundo nivel, creemos necesario que los países y Estados que han logrado caminar hacia políticas progresistas, también fortalezcan su integración, pero sosteniendo esta integración más allá de la permanencia de gobiernos de izquierda o progresistas. Debemos garantizar la continuidad de estas políticas, y cuidar la institucionalidad de la integración de esos Estados, que son los que luego toman importantes decisiones económicas. Por otro lado, la unidad dentro de los Estados sólo puede darse si estos se convierten en Estados plurinacionales. Esto no podrá hacerse de la noche a la mañana, pero es importante que esté presente en las agendas autonómicas de los pueblos y nacionalidades.

Hay, por último, un tercer nivel. Debemos unificar nuestras vocerías en los organismos multilaterales, como en el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de Naciones Unidas; o en el próximo foro sobre el cambio climático, el número 28; o en la Conferencia Mundial del Agua. Se están desarrollando también los eventos oficiales de las Naciones Unidas sobre soberanía alimentaria. En todos estos procesos es importante tener una agenda articulada a nivel global, para que no se expresen únicamente luchas parcializadas de los territorios y los Estados. En síntesis, es importante encauzar el esfuerzo de integración en esos tres niveles en simultáneo.

María Cianci Bastidas (ALER): Acaba de producirse la VII Cumbre de Jefes y Jefas de Estado de la Comunidad de Estados Caribeños y Latinoamericanos (CELAC). Quisiéramos saber, entonces, cuál es tu lectura sobre la geopolítica regional a corto plazo, y sobre las correlaciones de fuerza presentes en el continente en relación a la hegemonía sostenida todavía por los Estados Unidos.

Leonidas Iza: Creo que en este momento estamos viviendo un deterioro de la política neoliberal, y que la geopolítica global se ha movido mucho a partir de la guerra entre Rusia y Estados Unidos. No es una guerra entre Rusia y Ucrania, dado que este país ha sido utilizado tan solo como un territorio de batalla. En este marco, Estados Unidos, que impone a nivel global una política neoliberal que chupa de los territorios los recursos que un estado hipotecado como el suyo necesita, ha comenzó a impulsar en su propio país medidas proteccionistas, como hemos visto en estos días con los cambios que han tenido lugar en el Congreso y en el gobierno para proteger sus fronteras, para proteger su matriz productiva.

Pero en este momento hay que vigilar también la apertura hacia políticas neoliberales que están tomando cuerpo en otros bloques, como es el caso de China. En este momento Estados Unidos necesita tener el control de nuestra región para continuar su disputa con otros bloques a nivel mundial. Por eso debemos convertir a Latinoamérica en una fuerza económica y política capaz de enfrentarse a otros modelos, a partir de otras formas económicas, de la práctica del buen vivir, y a partir de nuestros Estados plurinacionales.

Kervin Martinez (CLOC-La Vía Campesina): ¿Qué acciones podemos tomar para ampliar la solidaridad continental con el movimiento indígena, en el marco de la crisis que actualmente vive tu país?

Leonidas Iza: En estos días se ha discutido mucho la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos Campesinos. Tenemos que llevar este tema con mucha fuerza para que entre en vigencia, y para que los gobiernos de nuestros países adhieran con su firma a esta declaratoria. Creo que con ese objetivo podemos hacer un esfuerzo de unidad. Ahora que estamos enfrentando un serio problema de alimentación a nivel global, debemos volver a debatir las estructuras económicas que están sosteniendo nuestros hermanos en cada territorio. Desde que en 1950 se implementó la famosa «revolución verde», han desaparecido miles de semillas y especies. Al comenzar esa década teníamos más de 5 millones de especies animales y vegetales en el continente, que han comenzado a ser monopolizadas por un puñado de empresas trasnacionales como Monsanto, Bayer, Syngenta y otras. Creo viable que la CLOC, la Vía Campesina y el movimiento indígena se unan para defender nuestros conocimientos milenarios, nuestra ciencia milenaria y nuestras semillas, para enfrentar, sin importar cual sea el riesgo, la soberanía de cada uno de nuestros países y territorios. Porque nuestra lucha también es desde el campo, desde la agricultura, desde la ganadería, desde los modos de producir de nuestras culturas.

Javier Tolcachier (Pressenza): Leonidas, ¿quieres darnos tus palabras finales?

Leonidas Iza: Necesitamos construir una nueva unidad como latinoamericanos. Integrémonos, y no sigamos siendo el patio trasero de las economías centrales, ni de las economías emergentes. Nosotros producimos agricultura, producimos nuestra cultura, producimos ciencia, producimos sabiduría. ¿Qué nos hace diferentes de otras civilizaciones en el mundo? Nada. Nosotros tenemos lo nuestro. Unámonos en un gran fuego que transforme Latinoamérica, que transforme las injusticias sociales, que acabe con el racismo. No podemos tolerar países o gobiernos fascistas, no podemos tolerar derechas que solo velan por su codicia. La madre tierra está enferma, porque los humanos la hemos enfermado. Creo que podemos recuperar la memoria ancestral de nuestros pueblos, para ponerla al servicio de la humanidad, de esta diversidad de culturas y de idiomas, para salvaguardarnos como seres humanos. Tenemos el efecto del calentamiento global, del desequilibrio de la madre naturaleza. Sino la ponemos de pie, sino unimos cada territorio, simplemente nos iremos todos al despeñadero. Pero creo que aún podemos evitarlo.


[1] Se refiere probablemente a José Carlos Mariátegui, quien en el artículo “Aniversario y Balance” de la revista Amauta, señala: “No queremos, ciertamente, que el socialismo sea en América calco y copia. Debe ser creación heróica.”

[2] Nombre que reciben los campesinos de la costa (principalmente en Guayas, Manabí y Los Ríos), y que representan, según el censo de 2010, el 7,4% de la población ecuatoriana.

[3] Ecuarunari es la confederación que agrupa a los pueblos de nacionalidad quichua de la sierra ecuatoriana. Es la organización tradicionalmente más fuerte y numerosa y una de las fundadoras de la CONAIE en el año 1986.


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