El glifosato es el principal componente del herbicida Faena o Roundup de la compañía Monsanto (Bayer), cuyo uso aumentó significativamente a partir de la aparición de los cultivos transgénicos. En el año 2015, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo clasificó como probable cancerígeno.
La Asociación de Consumidores Orgánicos (ACO) reportó haber encontrado niveles altos del químico glifosato y otros organismos genéticamente modificados en muestras de harina de maíz de la empresa MASECA.
Al respecto, Mercedes López directora de ACO señaló que una sospecha es que el corporativo MASECA está importando maíz para la elaboración de sus tortillas, un maíz que utilizan como alimento balanceado de animales, para cerdos principalmente. Ésta sospecha, surge luego de que en México desde hace cuatro años existe una Demanda Colectiva que prohíbe la siembra de maíz genéticamente modificado.
Además, Mercedes López añadió que desde el año 2011 se instituyó en la Constitución Política Mexicana, el derechos a una alimentación sana, de calidad e inocua, “las Secretarías de Estado y los órganos encargados de velar por la inocuidad, sanidad alimentaria y la prevención de riesgos sanitarios- que específicamente serían la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) y sus dos instancias Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) y Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS)-, estás siendo omisas al permitir la existencia de ingredientes transgénicos y herbicidas como el glifosato en los alimentos ampliamente consumidos en México”.
Existen alternativas que menciona la Asociación de Consumidores Orgánicos (ACO) frente a esta grave situación. Finalmente, cabe mencionar que de acuerdo a la campaña Yo Quiero Mi Tortilla 100% nixtamalizada, en México cada habitante consume en promedio medio kilogramo diario de maíz.
Geraldina Lázaro de Boca de Polen nos informa:
Fuente: Boca de Polen