En Panamá el extractivismo avanza al ritmo del deseo de lucro de las grandes empresas.

Sólo una provincia tiene más de 70 concesiones hidroeléctricas a pesar del rechazo de las comunidades. Los ambientalistas aseguran que es muy fácil hacer este tipo de negocios en Panamá y que el interés de los que defienden los bienes comunes y la biodiversidad no es tenido en cuenta. Otro tanto pasa con el negocio minero, que avanza en las zonas donde están las principales fuentes hídricas del país. Informe de Olmedo Carrasquilla de Radio Temblor.