Gracias a una sentencia de amparo del Poder Judicial Federal de México, el líder campesino ecologista Idelfonso Zamora fue liberado tras nueve meses de prisión.
El Poder Judicial reconoció que, en el proceso penal en su contra por el delito de robo agravado, se violó su derecho a la presunción de inocencia al no existir pruebas en su contra.
Ildefonso es un campesino ecologista e indígena tlahuica que pertenece a la comunidad de San Juan Atzingo, municipio de Ocuilán de Arteaga, en el Estado de México. Desde hace más de 20 años se ha dedicado a la protección de los bosques de la comunidad, mismos que se encuentran en peligro debido a la tala ilegal que efectúan personas que operan en la zona del Estado de México y Morelos.
El portavoz de Greenpeace en México, Miguel Soto, dijo que el líder ambientalista fue víctima de un sistema judicial corrupto que se encargó de criminalizar la defensa del medio ambiente, al tiempo que exigió que se detenga el hostigamiento y la persecución contra Idelfonso Zamora.
Al salir de la prisión y tras reencontrarse con su familia, Zamora expresó su agradecimiento a las personas que apoyaron el pedido por su liberación y dijo que aún habiendo recuperado su libertad teme que pudieran inventar otros delitos para perjudicarlo. Aseguró que no se explica porqué lo persiguen si ni él ni su familia ha cometido delito alguno.
El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez aseguró que las acusaciones por robocontra Zamora fueron fabricadas frente a su constante activismo contra la tala ilegal, lucha que además de la libertad de Idelfonso, ha cobrado la vida de su hijo Aldo Zamora en 2007.
Según Greenpeace en México se destruyen cerca de 500 mil hectáreas de bosques y selvas cada año, posicionando este país en el quinto lugar de de forestación a nivel mundial.
Greenpeace, junto a Amnistía Internacional y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, recibieron con satisfacción la libertad para Zamora y exigen ahora a las autoridades del Estado de México reconocer como legítima su labor de defensa del Gran Bosque de Agua, en San Juan Atzingo de donde Ildefonso es oriundo, y que no se lleve a cabo ningún tipo de persecución contra el ambientalista o su familia.
Geraldina Lázaro | Boca de Polen