Sandra Luz Cruz / Radio Huayacocotla – México
Diálogo colectivo a Daniel Prieto Castillo, educomunicador, profesor emérito de la Universidad Nacional de Cuyo, investigador y autor de varias decenas obras, en convocatoria conjunta entre la Asociación Latinoamericana de Educación y Comunicación Popular (ALER) y Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (CIESPAL)
Participaron en la moderación compartida desde El Salvador: Norma Ramírez de Asociación de Radiodifusión Participativa de El Salvador (ARPAS), desde Argentina, Cristina Cabral de Foro Argentino de Radios Comunitarias (FARCO), desde Venezuela, Javier Barrios, Instituto Radiofónico Fey Alegría (IRFA) y República Dominicana, Carolina Leonardo, Radio Seybo.
¿Qué cambio atraviesan o deberían atravesar los medios comunitarios y populares en el contexto de la pandemia?
Antes de cambiar, no cambie. En un momento como este, lo que nos interesa es poner por delante lo que hemos atesorado en América Latina, antes de salir corriendo. Las organizaciones han trabajo frente a crisis por décadas. Ya hay camino para enfrentar lo que ocurre, toca volver a la experiencia y a lo que nos hace comunicadores que es la tarea de educar. Se puede cambiar pero desde la base de lo que hemos atesorado.
¿Tomando la situación de confinamiento y aislamiento social, qué elementos nos puede nutrir la mediación pedagógica de las radios comunitarias y populares?
Mediación pedagógica para la educación popular: la vida cotidiana como hogar del sentido.
¿De dónde nutrir la mediación pedagógica?, ya está ahí, en la sociedad y comunidad. Somos personas en la comunicación.
¿En qué sentido se transformará la convergencia de la educación y comunicación popular después de la pandemia?
Dime qué hiciste con las anteriores tecnologías y te diré que harás con las nuevas. Dime qué hiciste en la presencialidad y te diré que harás a la distancia.
Es sencilla la apropiación de recursos tecnológicos, lo que no es tan sencillo es remontar carencias pedagógicas. Potenciar la pedagogía basada en la interlocución, sostenida con la memoria compartida, de la emoción y del sentido.
¿Cuáles son los nuevos caminos para la educomunicación?
Educomunicación: la condición humana está signada por el aprendizaje, nos volvemos seres humanos a través de otros seres humanos. Educación y comunicación están en la base del ser humano.
Estamos en el mundo para entreayudarnos y no para entredestruirnos. Necesitamos crear comunidades y crecer y sostenernos en ellas. Al poder autoritario le inquieta lo comunitario.
Uno de los caminos importantes a revisar es el que supone poner en crisis el concepto de formación. Los educadores y las educadoras no formamos a nadie, la formación del ser humano está en un océano de posibilidades. Colaboramos a la construcción del ser humano.
Inquietudes del público: ¿hay riesgo de que la educación popular pierda vigencia por el confinamiento al que nos obliga la pandemia?, ¿cómo hacer lo popular a través de las computadoras?
Hay una inmensa posibilidad de hacer alianza con otros espacios que trabajan en la misma dirección. En la web está lo mejor y lo peor de la humanidad.
Casi siempre se ha anunciado el fin de un medio cuando aparece otro, pero lo que ha sucedido es que se acomodan en el espacio social. El salto que dio la radio cuando llegó la virtualidad fue enorme. Hay todo un camino para entretejer alianzas.
Con la tentación tecnológica por ocuparlo todo ¿dónde nos queda lo que no nos da, el encuentro de los cuerpos, el contacto físico, lo humano?
Educación remota, ¿a distancia de qué?… del autoritarismo, pedagogías basadas en el control y la palabra del maestro y la institución, del tedio, de la discriminación. Nada suple la relación interpersonal.
Las cercanías también se pueden trabajar en estas distancias provocadas por la pandemia. Esa cercanía es cuando se puede invitar a alguien a comunicar, a narra su historia a no tener prisas para la reflexión. Eso vale tanto para las relaciones cara a cara como a distancia.
Desde quienes hacemos educación y comunicación popular hoy ¿qué recomendaciones deben considerar quienes hacen contenidos educativos?
Recuperar lo que ya hay, utilizándolo en el nuevo contexto. Desarrollar ideas que permitan orientar ese trabajo. Hay tanto material que puede ser útil.
¿Qué se puede ofrecer con cierto valor comunicacional y educativo? Nuestra tarea en este momento es comunicar bien.
Sacar el mayor provecho a cada tecnología que utilicemos. Agregar valor pedagógico con materiales ricos en texto y en contexto. Es momento de hablar de lo más próximo e inmediato. ¿Qué sucede cuando puedo incluir una anécdota, una pregunta?
Pensar que es muy difícil enseñar a alguien en quien no se cree. Mantener presente que un ser humano para comunicar tiene toda la cultura que ha generado. Traer elementos de mi contexto más cercano.
¿Qué le falta a los Estados para cumplir con las obligaciones del derecho a la educación y al acceso a la tecnología en tiempos de pandemia?
Hay que revisar en nuestros países el ya lugar común de nativos e inmigrantes digitales. Cuando se desata la pandemia nos damos cuenta que el 30 o 40% de la población no ha tenido acceso a las nuevas tecnologías, no se puede seguir hablando de nativos con esas carencias.
Antes de la pandemia vivíamos la contradicción de estar luchando por el ideal de la lectura y escritura, algo que era ya un objetivo a fines del siglo XIX. Esta situación nos pone frente a la penuria de salud, educación y política.
En este momento no es cuestión improvisar. ¿Qué hacer con la enorme cantidad de contenidos que se proponen en la educación formal? Escucho más hablar de contenidos que de aprendizajes.
Podemos reflexionar sobre ¿Qué claridades se hallan por la prisa? Es verdad que hay que resolver la situación económica, pero también hay que dar lugar a la reflexión.
¿Cómo desde la educación podemos encontrar la esperanza aún en medio de la pandemia?
La esperanza no la encontramos, la tenemos.
Si todo se está derrumbando, ¿qué hacen acá? Porque somos educadores esperanzados.
¿Cómo cultivar más la esperanza?
La incertidumbre ha sido siempre condición de trabajo de muchas organizaciones. ¿No sería más sensato, más humano, ofrecer espacios de calma para lograr serenidad? Nos toca ofrecer certidumbre. No hace falta vociferar ni maldecir en estos momentos. Nos toca el no hay prisa. Cuidar cada palabra. Nos toca empujar y proyectar futuro. Nos toca reconocer que la esperanza no se predica, se practica.
Inquietudes del público: hoy regresa la tensión entre creatividad, formas y contenidos, ¿qué valor le da a las formas y la profundidad de los contenidos?
Cada vez que nos hablan de educación mencionan los contenidos y no los aprendizajes.
Estamos viviendo un momento histórico, lo que nos ayuda a revisar conceptos pedagógicos: no hay prisa; partir siempre del otro; el primer texto de un ser humano es su contexto; enriquecer lo que uno busca que se aprenda.
Reconozcamos que la creatividad está por todos lados, y ahora surge con fuerza en la pandemia. Tenemos creatividad de resolver las situaciones en todos los momentos: contenido si, creatividad siempre.