Desde agosto del año pasado, Uruguay cuenta con una ley de salud mental producto de un largo proceso que fue impulsado por la Mesa Instituyente por Salud Mental, queda por delante avanzar en la implementación de la ley y lograr un paulatino cierre de las instituciones asilares.
Andrés Techera, docente universitario integrante del aérea de salud del programa APEX de la Universidad de la República, destacó que la nueva ley fija el año 2025 como fecha límite para el cierre de estas instituciones.
Sobre el proceso para ejecutar este cierre explicó “lo que la experiencia nos indica y la experiencia más cercana que tenemos, por ejemplo, es la reforma que se está llevando adelante en Brasil desde hace 30 años, lo que se ha ido haciendo es paulatinamente, por un lado, cama que se da de alta, para decirlo así, en el hospital psiquiátrico, esa cama queda liberada, esa cama no se vuelve a llenar con otro paciente, entonces, eso es una forma paulatina de que los fondos que se van destinando para una cantidad de persona vaya disminuyendo gradualmente”.
Agregó “por otro lado, con esos fondos que empiezan a quedar disponibles también se empiezan a desarrollar lo que nosotros llamamos dispositivos sustitutivos, es decir, parte de la reforma tiene que ver con que las personas puedan transitar el proceso de salud-enfermedad psíquica, llamémoslo así, lo más cercano a su comunidad posible”.
Finalmente, el docente universitario destacó que en la mayoría de los casos no se necesita el encierro para superar una condición de sufrimiento mental, aseguró que en la medida en que la persona sea menos aislada de su entorno tendrá más posibilidades de recuperación.
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