¿Dar derechos a los ríos? ¿Dar derechos a los animales? ¿Y quién los va a tutelar? ¿Cómo puede ejercerse un derecho sin saber que se tiene? ¿No son los derechos un asunto plenamente humano? En este programa veremos cómo, poco a poco, los derechos humanos no pueden entenderse sin proteger el hábitat donde viven las personas, los grupos étnicos, el campesinado, las mujeres. El derecho a vivir de una determinada manera no se hace por fuera de un contexto, la gente no vive en el aire, y es por ello que se torna imperioso pensar en los derechos de la naturaleza. La diversidad cultural depende, en buena medida, de la conservación de la naturaleza; allí donde se vive de manera homogénea de manera citadina. La incertidumbre jurídica que genera esta nueva concepción es evidente, pero debemos asumirla con toda seriedad pues de allí, en gran medida, podrá generarse un marco jurídico mucho más específico para proteger la naturaleza en tiempos de crisis. Los derechos humanos no nos parecen pues tan raros cuando los pensamos en relación con los derechos de la naturaleza, y tampoco cuando pensamos en los derechos de las generaciones futuras.
Producción: Red Latinoamericana por Justicia Económica y Social (Latindadd) con el apoyo de ALER