La oposición al contrato minero sigue paralizando varias zonas de Panamá. La agitación social, acompañada de manifestaciones, bloqueos de calles y paros laborales, suman el rechazo con la minera más grande de Centroamérica.
El pasado 23 de octubre, decenas de panameños volvieron a las calles para protestar en contra del contrato minero entre el gobierno del actual presidente, Laurentino Cortizo y la minera canadiense First Quantum Minerals (FQM)
Analistas aseguran que la actividad minera no es sustentable en el país, ni en la región. Por su parte, aseguraron que en Panamá existen concesiones de minería y 103 Solicitudes vigentes.
Bajo este contexto, varios trabajadores se ven obligados a acudir a plazas de empleo dedicadas al sector extractivista minero, y anulan otras opciones laborales más amigables con el ambiente.
La población de Panamá está integrada por más de 4 millones de personas, y el producto interno bruto PIB es de $73,449.3 millones (del primer período, según cifras de la Contraloría General de la República). A pesar de estos datos, la desigualdad social y calidad de vida de los panameños no son superadas.
La corrupción y la entrega de tierras para la explotación minera son detonantes y rechazo de la ciudadanía panameña. Debido a que, el gobierno nacional, y la Asamblea de Diputados apuestan al crecimiento económico bajo la lógica del mercado del metal.
Reporta: Olmedo Carrasquilla Águila. Radio Temblor Internacional/ Panamá.