«La naturaleza nos está enviando un mensaje claro. Estamos dañando el mundo natural, en nuestro propio detrimento. La degradación de los hábitats y la pérdida de biodiversidad se están acelerando. Las alteraciones climáticas están empeorando. Los incendios, las inundaciones, las sequías y las supertormentas son más frecuentes y causan más daños.»
António Guterres
Secretario General de las Naciones Unidas 2020.
En México, la interacción entre los derechos económicos y los derechos del medio ambiente son un tema recurrente que plantea desafíos significativos. Mientras que el país busca un desarrollo económico sostenible, también enfrenta la presión de preservar y proteger su rica biodiversidad y recursos naturales.
Este equilibrio delicado entre el progreso económico y la sostenibilidad ambiental lleva a un debate constante sobre cómo garantizar ambos conjuntos de derechos de manera efectiva.
Por un lado, los derechos económicos son esenciales para el crecimiento y el bienestar de la población. En las últimas décadas, el crecimiento económico en México es notable. Principalmente, impulsado en gran medida por sectores como la industria manufacturera y el turismo. Sin embargo, este desarrollo a menudo se traduce en una explotación intensiva de recursos naturales y genera preocupaciones sobre la degradación ambiental.
El 28 de junio de 1999, el derecho al medio ambiente se instituyó en el artículo 4° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, estableciendo que: “Toda persona tiene derecho a un medio ambiente adecuado para su desarrollo y bienestar”.
La importancia del mantenimiento de los bosques de manera adecuada es fundamental para vivir de manera armónica con la naturaleza.
Desde México, Radio Huayacocotla, La Voz Campesina, realizó una producción de los derechos económicos versus los derechos del medio ambiente.
Producción: Iván Fernández Álvarez, Radio Huayacocotla, La Voz Campesina – México.