Especialistas en cuidado del medio ambiente y ecosistemas, denominaron a los delfines rosados como “termómetros” de la salud de ríos, por ser cetáceos vulnerables a los cambios de clima, y a las actividades humanas.
Jessica Pacheco, oficial de bosques del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), señaló que, entre más delfines de agua dulce existan en los ríos, mejor es la pesca, el agua es limpia y el ecosistema funciona de mejor manera; incluso para los seres humanos.
Sin embargo, los delfines rosados, son catalogados como especies en peligro de extinción. Pacheco subrayó que las principales amenazas, que enfrentan estas especies, son la minería, la creación de hidroeléctricas, la sedimentación de las aguas y la irrupción humana.
“Estos factores hacen que cambia la ecología de los ríos y se vaya debilitando. Además, la sobrepesca para temas comerciales, es un factor más”, aseguró Pacheco.
En 2023, se firmó una declaratoria histórica, donde 11 países asiáticos y sudamericanos, se comprometieron a resguardar y generar estrategias de conservación para esta especie. El objetivo de la declaratoria es salvar de la extinción a seis especies supervivientes de delfines de río en el mundo.
De acuerdo a datos de WWF Ecuador, en septiembre de 2023, 150 delfines en Brasil murieron debido a la sequía del río Amazonas. “Por lo tanto, a las ya conocidas amenazas (redes de pesca, presas hidroeléctricas y contaminación) que ponían en peligro a los delfines de río, ahora hay que añadir las sequías”.
La Declaración Global para los delfines de río es un gran paso para lograr evitar la extinción de estos míticos animales acuáticos; y es urgente encaminar acciones para seguir trabajando en su conservación.
Reporta: Víctor Gómez Barragán, Radio Sucumbíos / Ecuador.