Movimientos sociales, grupos ecologistas y ambientalistas se mantienen de manera constante protestando contra el extractivismo minero en suelo panameño.
El pasado 2 de octubre, la Alianza Nacional del Pueblo Organizado (ANADEPO) convocó a una marcha multitudinaria en la ciudad capital, a la que asistieron diferentes sectores estudiantiles, gremios docentes, sindicatos, productores, ambientalistas, ecologistas, organizaciones de mujeres, entre otros.
La población de Panamá está integrada por más de 4 millones de personas, y el producto interno bruto PIB es de $73,449.3 millones (del primer período según cifras de la Contraloría General de la República). A pesar de estos datos, la desigualdad social y calidad de vida de los panameños no son superadas.
La corrupción y la entrega de tierra para la explotación minera son detonantes y rechazadas por la ciudadanía panameña. Debido a que, el gobierno nacional, dirigido por el presidente Laurentino Cortizo Cohen y la Asamblea de Diputados, apuestan al crecimiento económico bajo la lógica del mercado del metal.
Bajo este contexto, varios trabajadores se ven obligados a acudir a plazas de empleo dedicadas al sector extractivista minero, y anulan otras opciones laborales más amigables con el ambiente.
Esta vulneración al medioambiente desembocó en luchas y huelgas nacionales. Y en el marco del debate sobre un nuevo contrato minero entre el estado panameño y Minera Cobre Panamá, filial de la canadiense First Quantum, las denuncias y demandas de los trabajadores, son evidentes. Se rechaza el modelo explotador y depredador.
Producción: Olmedo Carrasquilla Águila. Radio Temblor Internacional.