El recién asumido presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comenzó su nuevo período con una estridencia inusual para cualquier mandatario nacional. Sin embargo, tal cual como dice uno de sus lemas publicitarios en la Casa Blanca, el empresario, convertido en mandamás estadounidense por segunda ocasión, arrancó a cumplir las promesas que prodigó en plena campaña electoral.
Por ello, la altisonancia de su verbo encendido se ha traducido en acciones y medidas concretas que conllevan una serie de consecuencias nefastas, enfocadas inicialmente hacia la población migrante en este país del norte, principalmente la de Latinoamérica y El Caribe.
Para intentar responder a la desafiante interrogante de si es posible estar esperanzados en la era nueva de Trump, conversamos con el periodista argentino Gabriel Fernández, director de La Señal Medios, en Voces sobre La Mesa.
Entre virtualidades y gritos
Fernández destacó en el diálogo que las primeras horas, después de la asunción del mandatario norteamericano, estuvieron enfocadas en lo que él llama “virtualidades y gritos”. Desde esta afirmación invita a elevar el nivel de compresión hacia la revisión y documentación del proceso denominado la nueva política de Donald Trump que ha comenzado en este lado del continente pero que ya trasciende fronteras.
Y pone este alerta para no decepcionarnos automáticamente porque, asegura, observar en la mayoría de los medios alternativos y organizaciones sociales y populares “cierta desazón a la usanza de ganaron de nuevo o expansión de la derecha o el fascismo interplanetario”.
Para Fernández, autor de varios libros sobre la narrativa en los medios internacionales, afirma que estas impresiones quedan desactivadas por los datos materiales que muestra la verdadera realidad.
Opina que en realidad Donald Trump ha prometido, y a lo cual se ha venido abocando, según su consideración, es a la reindustrialización de Estados Unidos. “Lo que está haciendo puertas afueras, tengo la percepción, es apretar para negociar en mejores condiciones. Pero además tiene una presencia que no puede ser relegada y es la de Elon Musk en su gabinete como el principal economista. No estamos hablando de una situación blanco o negro sino de una suerte de adecuación de la filosofía de Henry Kissinger en este presente en detrimento de los Brics más”.
Trump y la migración en EEUU
Sobre este tema en lo particular Gabriel Fernández sostiene que Estados Unidos, a través del nuevo presidente, mantiene su política anti latinoamericana ya que sigue considerando a estos países como parte de su entorno y por eso los puede gobernar.
En medio de esta descripción que da es crucial entender cómo tratará Trump a los más de 11 millones de migrantes latinoamericanos que están en ese país y cuáles son las alternativas de frentes de lucha como el jurídico-legal, el de incidencia de la política internacional y de el las organizaciones civiles y populares defensoras y promotoras de los derechos humanos.
En este sentido, el comunicador destacó la importancia de seguir defendiendo el derecho humano a no ser deportado, a no ser perseguido, y por eso señala que es vital la acción conjunta de los movimientos sociales que defienden los derechos de los migrantes.
Por otro lado, Fernández también cree que en este momento es importante rescatar la perspectiva del expresidente mexicano Andrés López Obrador que consiste en plantear que América Latina necesita establecer fuentes de trabajo con capital propio que le impida perder mano de obra, obreros calificados, profesionales.
Manifiesta, por otro lado, que Estados Unidos tiene la necesidad de mostrar rudeza en contra de organizaciones que la sociedad estadounidense considera delictivas y sabe que necesita mostrarse ante la opinión pública como enérgico porque, cree Fernández, tendrá muchísimas dificultades para mostrarse con esa cualidad en otras circunstancias y escenarios.
Por ello, asevera que las medidas recientes de Donald Trump son interesantes para el pueblo estadounidense promedio, para los desempleados, para aquellos que están buscando trabajo y estar por muchos años vagando y construir nuevos barrios en base a situaciones humanas muy deficitarias viviendo en carpas y en situaciones extremas.
El argentino predice que “América Latina no puede esperar del Norte una conducción que la saque de sus dificultades. Tiene que construir sus propios paradigmas para elaborar un desarrollo eficiente, ampliado, integrado, de justicia social y esto no lo vamos a lograr ni a conseguir ni de los gobiernos republicanos ni de los gobiernos demócratas del Norte. Solo lo podremos conseguir desarrollando a profundidad el potencial económico y cultural de América Latina”.
El periodista también habló, entre otros temas más, de las implicaciones hacia el mundo, y en especial en la región, de las guerras entre Rusia y Ucrania y la que se desarrolla en la Franja de Gaza.
