Desde Radio Seibo en República Dominicana, Fray Miguel Ángel Gullón dialogó con Carmen Gloria Donoso, coordinadora de la Red de Justicia y Paz de la Patria Grande, quien compartió su historia de vida, su vocación por el periodismo y su compromiso con la justicia social y los derechos humanos en América Latina. Desde su infancia en Santiago de Chile hasta su liderazgo en la defensa de los más vulnerables, Carmen Gloria ha dedicado su vida a trabajar por una sociedad más justa e igualitaria.
Una infancia marcada por la vocación social
Carmen Gloria nació en Santiago de Chile, en el seno de una familia con una fuerte vocación social. Como hija mayor de cuatro hermanos, creció en un hogar donde sus padres, un ingeniero y una dueña de casa, inculcaron en ella valores de solidaridad y justicia. «Mis padres tenían una vocación social muy fuerte, y eso influyó en mis elecciones de vida», recordó. Estudió en el Colegio del Sagrado Corazón, donde comenzó su acercamiento a la iglesia a través del movimiento estudiantil católico.
Aunque su relación con la iglesia tuvo altibajos, como ella misma reconoce, retomó su compromiso religioso cuando sus hijas iniciaron su catequesis para la primera comunión. Fue entonces cuando ingresó a la Comunidad de Vida Cristiana, de inspiración ignaciana, y comenzó a participar activamente en actividades de servicio comunitario, como el trabajo con el Hogar de Cristo.
El periodismo como herramienta de cambio
Carmen Gloria estudió periodismo en la universidad, motivada por su deseo de cambiar el mundo. «Soñaba con una sociedad más igualitaria, con más oportunidades y justicia», explicó. Aunque reconoce que en su juventud tenía una visión idealista y algo ingenua de la profesión, nunca se arrepintió de su elección. «El periodismo me fascina, me encantó mi profesión y volvería a elegirla», afirmó.
Sus primeros años como periodista los dedicó a la radio, medio al que le guarda un cariño especial por su inmediatez y calidez. Posteriormente, trabajó durante 20 años en la Universidad de Concepción, donde combinó la docencia con la dirección de comunicaciones. «Preparé a futuros periodistas y también ejercí como comunicadora en la universidad», recordó con orgullo.
El compromiso con la justicia y la paz
Su camino en la Comisión de Justicia y Paz de Chile comenzó un año antes de jubilarse, cuando fue invitada a formar parte de este organismo. Aunque inicialmente sintió temor por la magnitud del trabajo, pronto descubrió que sus habilidades periodísticas eran una gran herramienta para contribuir a la causa. «Preparaba informes de coyuntura y participaba en comisiones sobre descentralización y pueblos originarios», relató.
Con el tiempo, Carmen Gloria asumió roles de mayor responsabilidad, llegando a ser presidenta de la Comisión de Justicia y Paz de Chile. Durante su mandato, enfrentó desafíos como la creciente desigualdad económica, la migración y el estallido social de 2019. «Chile es un país que creció económicamente, pero se hizo más desigual», señaló. Además, destacó la importancia de trabajar en temas como la migración, la trata de personas y el extractivismo, problemas que afectan a toda América Latina.
Los retos de la Red de Justicia y Paz de la Patria Grande
Actualmente, como coordinadora de la Red de Justicia y Paz de la Patria Grande, Carmen Gloria trabaja en la articulación de esfuerzos entre las comisiones de justicia y paz de diferentes países. «Cada comisión tiene sus propios proyectos, pero nos reforzamos mutuamente», explicó. Entre los temas prioritarios de la red se encuentran la ecología integral, la defensa de los derechos humanos y la incidencia en foros internacionales como la COP.
A pesar de los desafíos, Carmen Gloria mantiene la esperanza. «Hay momentos angustiantes, pero trabajando en equipo se pueden hacer muchas cosas», afirmó. Para ella, el llamado es claro: «Jesús no se encarnó para que nos quedáramos balconeando, sino para que metamos los pies en el barro».
Un mensaje de esperanza para América Latina
Al finalizar la entrevista, Carmen Gloria envió un mensaje a las comunidades de América Latina y el Caribe: «Sigamos siendo fieles a la palabra del Señor. Tenemos que meternos en el barro y trabajar por la justicia y la paz». Su vida y su trabajo son un testimonio de que, incluso en los momentos más difíciles, es posible construir un futuro más justo y solidario.
