Recientemente, la Trase Supply Chain, una organización de investigación británica, reveló que la tasa de desmonte impulsada por la soja o soya en Bolivia, es siete veces mayor a la de Brasil. Afirmó, además, que la producción del denominado “grano de oro” solo en el año 2021, estaba vinculada a 105.600 hectáreas de deforestación.
La soya es uno de los principales productos de exportación del país; sin embargo, está claro que también, es uno de los principales causantes del crecimiento exponencial de la frontera agrícola en Bolivia.
El cultivo de soya genera desmonte de las zonas, incendios forestales voraces y una sequía que se hace cada vez más intensa y persistente en varios territorios.
Al respecto, Antonio Sanjinés de PROBIOMA indicó que efectivamente la soya está ligada a la deforestación masiva en el país; y a su vez, la pérdida de bosque genera problemas climáticos que repercuten en la producción de éste y otros cultivos.
Según el estudio de Trase Supply Chain, solo en el año 2021, siete municipios concentraban el 95% de la deforestación y conversión causada por la soya en Bolivia, y a su vez, ostentaban el 80% de producción de soya en el territorio nacional.
Los municipios, ubicados en el departamento de Santa Cruz, región de la Chiquitanía y los más afectados por los incendios forestales son: San José de Chiquitos, Pailón, San Ignacio de Velasco, Cuatro Canãdas, San Julián, El Puente y San Miguel de Velasco.
Según los productores soyeros, desde hace tres años el rendimiento en la producción por hectárea de soya se estancó, pero esto se debe a la reducción de los servicios ambientales, producto de la destrucción de los bosques, afirmó Sajinés.
Ante esta situación, Sanjinés, reconoció que este cultivo tiene bastante valor en el mercado internacional, pero es necesario que la producción de soya sea más sostenible, a partir de reducir la deforestación, el uso de agroquímicos y el uso de semillas transgénicas.
Reporta: Julio Rodríguez de Radio Santa Cruz, Bolivia.
Fotografía: Fundación Solón
