A pocas semanas de las elecciones parlamentarias en Argentina, el país vive un clima político convulsionado. El próximo 26 de octubre los argentinos acudirán a las urnas para elegir a sus representantes al Congreso Nacional, en medio de una crisis política y social que ha marcado la gestión del actual gobierno libertario de Javier Milei.
El panorama se volvió aún más turbulento tras la renuncia de José Luis Espert, uno de los candidatos con mayor intención de voto en todo el país, luego de que se lo vinculara con un empresario preso por narcotráfico.
La noticia cayó como una bomba en un contexto ya cargado de descontento social, inflación desbordada y protestas callejeras contra las políticas de ajuste impulsadas por el gobierno. Espert, quien hasta hace pocos días era una de las figuras más visibles del oficialismo libertario, anunció su renuncia pública tras conocerse las acusaciones en su contra, que lo relacionarían con una red de lavado de dinero proveniente del narcotráfico.
