Un tercio de la producción de alimentos de consumo humano, en el mundo, se desperdicia anualmente. Esta cifra equivale a mil trescientos millones de toneladas de alimentos que se malgastan. Esto puede ocurrir durante el almacenamiento, distribución, la venta o consumo de los alimentos.
De acuerdo a datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación, FAO (por sus siglas en inglés), el 60% del desperdicio de alimentos se da en el hogar.
Para Valeria Yánez, coordinadora de comunicación del Banco de alimentos DIAKONÍA de Ecuador, las cifras alarmantes de desechos son una causa integral, donde intervienen varios factores. “No es un problema solo de la sociedad ecuatoriana, el desperdicio de alimentos se da por cuestiones como: la sobreproducción de alimentos, las fechas de caducidad, entre otros”, afirmó Yánez.
Yánez explicó que, si bien las cifras de desperdicios alimentarios no aumentaron desde 2019, sigue siendo una “cifra excesiva y entra en grave contraste con la cifra de personas que sufren hambre alrededor del mundo, que aproximadamente son 783 millones de personas”.
En 2019, en el mundo 622 millones de personas sufrían de hambre. Esta cifra se elevó debido a la pandemia, catástrofes naturales y el costo de la guerra entre Rusia – Ucrania, afectaron a la inflación de los costos alimentarios. Sin embargo, Yánez explicó que donde las comunidades no pueden resurgir después de la pandemia y los niveles de inseguridad se mantienen excesivamente altos, son los países en vías de desarrollo.
Yánez detalló que parte de la importancia de los bancos de alimentos es erradicar el desperdicio. “Trabajamos de la mano de empresas socialmente responsables, conscientes de esta problemática y buscan la manera de redistribuir los alimentos que ya no pueden estar exhibidos, eso no quiere decir que no pueden ser consumidos, la fecha de caducidad te informa sobre la frescura del producto”, argumentó Yánez.
Reporta: Víctor Gómez Barragán de Radio Sucumbíos, Ecuador.