Mario Abdo Benítez se convirtió en el presidente número 50 de la República del Paraguay, tras prestar juramento ante el presidente del Congreso Nacional, Silvio Ovelar. Recibió el bastón de mando y la banda presidencial.
Abdo Benítez se encontró, en un emotivo abrazo, con los padres de Edelio Morínigo, secuestrado por 1.503 días por el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
El principal desafío de Abdo Benítez será atender el reclamo ciudadano que exige impulsar un combate frontal a la corrupción, poner fin a la impunidad y acompañar el castigo a los políticos imputados.
“En todo este tiempo pudimos unir a los paraguayos de diferentes pensamientos, corrientes políticas, partidos y orígenes para abrazar el sueño de la libertad. Luchamos desde nuestras tribunas, desde el Congreso hasta la Plaza de la Campiña, entendiendo que nuestras diferencias deben servir para enriquecer el debate nacional pero no para construir murallas que nos impidan trazar un destino único para la nación paraguaya”, dijo el primer mandatario en su discurso.
En el ámbito social, hay varios reclamos, como la necesidad de mejorar las condiciones de vida de la clase más desfavorecida y atender la necesidad del sector del campo. La administración de Abdo Benítez hereda alrededor de 1.950.000 paraguayos en situación de pobreza.
Consideró que la soberanía energética del Paraguay debe corresponder a una visión estratégica, dijo “los emprendimientos energéticos binacionales deben llevarse a cabo siempre respetando nuestros derechos soberanos, generando beneficios justos para todos, la soberanía energética debe ser una visión estratégica, su uso debe desarrollar nuestra economía, fortalecer el mercado interno y el avance hacia una sociedad industrializada y productiva. No queremos nada que no sea nuestro, pero lo que es nuestro lo vamos a defender”
Mario Abdo Benítez fue electo el pasado 22 de abril como el nuevo presidente de la República. Durante las Elecciones Generales se impuso a su principal adversario, perteneciente a la Alianza Ganar, Efraín Alegre.
“Hoy ya no estamos en campaña, pero seguimos teniendo al mismo jefe, a Dios, a Él, a mi familia y a mi pueblo le debo, no respondo a otro interés que no sea trabajar sin descanso por nuestro país, hoy he jurado ante ustedes, ante la patria, que al final de mi mandato seré, como dice la Constitución, senador vitalicio de la República del Paraguay”, sentenció el nuevo presidente en su discurso de juramentación.
José Pepe Ríos de Misión FM nos informa:
Fotos: infobae