2020-10-27
Cuando se habla del Derecho Humano a la Educación, es posible que inmediatamente la imaginación se dirija a aquellos establecimientos de enseñanza primaria y secundaria que con tanto cariño guardamos de adultos en el corazón.
Sin embargo, ¿quién se ocupa de asegurar este derecho a la educación en la fase pre-escolar? ¿Quiénes ayudan a cultivar la imperecedera huella de conocimiento en los primeros años de vida? Y sobre todo, ¿quiénes luchan por salvaguardar a la Educación Preescolar como un Derecho Humano inalienable? ¿Quiénes trabajan para incidir en esferas nacionales e internacionales para que este Derecho no sea mera referencia en el papel, sino realidad efectiva?
Probablemente, la existencia de una organización mundial, que lleva ya 72 años de existencia en esta tarea que demanda un enorme amor, respeto y valoración plena de los pequeños semejantes, sea una sorpresa para muchas personas. Aún en ámbitos en los que campea la defensa de la solidaridad y los derechos humanos universales. En homenaje y gratitud a tan enorme cometido, es preciso presentarla. Su nombre es OMEP, Organización Mundial para la Educación Preescolar.
La segunda sesión de la XI Asamblea de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), que tuvo lugar este 20 de Octubre sobre el tema del Derecho a la Educación desde el Principio, fue una buena oportunidad para tomar contacto.
Para comprender mejor su actividad de construcción de referencias pedagógicas, de formación continua y de incidencia política a fin de garantizar el derecho a la educación en la primera infancia, recurrimos a las voces de algunas de sus protagonistas.
Sobre el trabajo y la importancia de incidencia política de la OMEP
En sus 72 años de existencia la OMEP se fue convirtiendo en una referencia mundial en la defensa de los derechos humanos de los niños y niñas desde el nacimiento hasta los 8 años. El trabajo de OMEP se ha enfocado en la educación como derecho y herramienta para la consecución de los demás derechos: el desarrollo integral, la ciudadanía, el bienestar y la dignidad de todos los niños y las niñas del mundo.
Durante las últimas siete décadas, refiere Mercedes Mayol Lassalle, su presidenta mundial, OMEP ha contribuido a visibilizar la primera infancia en tanto etapa fundamental donde comienza la construcción y desarrollo de conocimientos, valores, actitudes, habilidades que tienen un impacto fundante y duradero a lo largo de toda la vida de cada ser humano.
OMEP plantea una visión amplia de la educación de la primera infancia que involucra la acción de los Estados, las familias y las comunidades, en variados contextos, orientando la educación de las y los más pequeños hacia el logro de los derechos humanos, a la construcción de la paz y de ciudadanías activas, al fortalecimiento de la democracia y a la superación de las desigualdades y discriminaciones.
La referente, quien se desempeña en la actualidad como Profesora en la Maestría en Educación Infantil en la Universidad de Buenos Aires y en el Programa Regional de Capacitación en Planificación y Gestión de Políticas Educativas (IIPE-UNESCO Buenos Aires, Oficina para América Latina, añade que para lograr sus metas OMEP trabaja en varias áreas de acción entre las que se encuentran el desarrollo de investigaciones y conocimiento pedagógico, y la incidencia para que las políticas públicas protejan y promuevan integralmente y sin discriminaciones el derecho humano a la educación, garantizando equidad en el acceso y calidad, y disponiendo de los recursos financieros y materiales necesarios.
Desde sus inicios en 1948, OMEP ha tenido estatus consultivo en las Naciones Unidas y la UNESCO. En 2014, OMEP alcanza el estatus consultivo especial con las Naciones Unidas. Para fortalecer su acción de incidencia política participa de las reuniones y comités para la sociedad civil del sistema de las Naciones Unidas, así como se vincula con los gobiernos nacionales de más de 70 países en la construcción de las políticas públicas que impactan directa e indirectamente en la vida de los niños y las niñas.
Miembro electo del Grupo de Coordinación de la Consulta Colectiva de ONG sobre EDUCATION 2030 – CCNGO/ED 2030, Lassalle Mayol enfatiza en que desde la aprobación de la Agenda Educación 2030, OMEP está comprometida a velar por el cumplimiento del ODS 4.2 siguiendo sus avances y monitoreando su cumplimiento, así como las inversiones y los gastos, exigiendo transparencia en la gobernanza y en los procesos presupuestarios.
La acción de la OMEP se enlaza y se entreteje con redes y organizaciones de la sociedad civil regionales y nacionales. En la región latinoamericana trabajamos en solidaridad con CLADE.
OMEP en América Latina: El plan estratégico para 2020 -2021
En relación con el espacio latinoamericano, Desirée López de Maturana Luna, Educadora de Párvulos y Dra. en Mediación Pedagógica, comenta que OMEP está compuesta en la región por 14 Comités, extendiéndose a Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, El Salvador, México, Panamá, Perú, Uruguay, Venezuela y Paraguay.
La gestión – indica la académica de la Universidad de la Serena en Chile – seguirá los ejes estratégicos, levantados el año 2017, que son la incidencia política para promover respeto y cumplimiento de los derechos de niños y niñas en las políticas públicas y en la movilización social y ciudadana. Del mismo modo, la construcción de referencia científica, pedagógica y política, para generar saberes y fundamento genuino y científico a sus acciones.
Del mismo modo, promover la reflexión, el conocimiento y la investigación, para democratizar una educación de calidad, inclusiva y culturalmente pertinente. Asimismo garantizar la sostenibilidad institucional y el trabajo de fortalecimiento continuo, que vele por la eficiencia y eficacia administrativa, legal y comunicacional.
Para el año 2021, está previsto priorizar el fortalecimiento de alianzas nacionales y regionales, como así también la creación de un observatorio OMEP LA, con información cultural, educativa e identitaria de las infancias. Se proyecta además la realización de congresos y seminarios con entidades y referentes regionales. De suma importancia será también actualizar la labor en redes para hacer sinergia en favor del derecho a la educación de las infancias.
Sensibilizando sobre la importancia de la Primera Infancia en Paraguay
El Objetivo de Desarrollo Sostenible de la agenda 2030 de Naciones Unidas expresa el mandato de “Garantizar una Educación Inclusiva, Equitativa y de Calidad. Y de «Promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”. Respecto de la Educación en la Primera Infancia (ODS 4.2), es esa oportunidad de impulsar el desarrollo de manera integral y desde los entornos donde habita esta población.
En tiempos de pandemia, la OMEP Paraguay tuvo la oportunidad de llegar a las familias, educadores, profesionales, mediante entrevistas radiales de sensibilización acerca de la importancia de la Primera Infancia. La idea -relata Silvana Brambilla de OMEP Paraguay- fue motivar la construcción de una opinión colectiva sobre concebir a niñas y niños capaces de tomar decisiones, desde las más cotidianas, a aquellas más complejas dependiendo de su edad madurativa. Pensar en las niñas, niños como ciudadanos activos en evolución.
En estos espacios radiales, se habló acerca de la familia, que se constituyó en el centro del entorno de la Primera Infancia. Lugar de creación de oportunidades, descubrimiento del mundo, conocimiento de sí mismo, generación de vínculos, autorregulación, generación de hábitos, relación con el otro, del juego como lenguaje natural, así como de estimulación multidimensional e integral.
Estas bases son fundamentales – precisa- para promover la participación desde tempranas edades. Los adultos responsables son los encargados de propiciar la expresión de sus niñas, niños desde que nacen. Aún en la adquisición de lenguaje, en forma gradual, la niña/niño siempre se expresa, a través de otros lenguajes, gestos, sonidos que denotan su agrado o desagrado, sus preferencias y su forma de ser.
De allí la importancia de que los adultos comprendan el código de sus niñas/niños, acompañen para dar respuesta pertinente y apropiada a sus necesidades. Así, los mismos lograrán desarrollar su capacidad de expresión, de escucha, de respeto consigo mismos y con los demás, para la construcción de ciudadanía.
Incorporación de la cultura afrolatino-americana en políticas de Infancia
Desde OMEP-Panamá la Dra. Ulina Mapp, recoge otra perspectiva fundamental, puntualizando que actualmente el sistema escolar debe cumplir una función de transmisión socio cultural para dejar de posicionar una desigualdad de clase impresa en los estereotipos de los libros de textos.
Las escuelas deben ser un espacio multicultural para cumplir políticas de inclusión que promueva el crecimiento de una niñez libre de discriminación que respete su forma de socialización, integre sus costumbres y cosmovisiones, heredadas por factores socio históricos.
Ante este panorama, se señala la baja escolaridad y cobertura en programas de salud, a pesar de que los países han creado leyes que no se cumplen en la cotidianeidad y por el otro lado, los presupuestos dedicados a estos fines son muy bajos. Los Estados se comprometieron a erradicar las injusticias sociales heredadas de la historia y a luchar contra el racismo, los prejuicios y la discriminación racial que todavía sufren los afrodescendientes, afirma Mapp.
Cada país tiene el compromiso de diseñar políticas encaminadas al logro del objetivo del decenio, de la Convención de los derechos del niño (1989), Educación para todos y otros. Esta población no ha sido atendida como sujeto de derecho, concluye.
El retorno a la presencialidad. Experiencia de Uruguay
En relación a la coyuntura pandémica, Alicia Milán, de OMEP Uruguay, comenta que el 14 de marzo – un día después de decretarse la emergencia sanitaria – el gobierno suspendió las clases en centros públicos y privados en todos los niveles educativos. Algo más de un mes después, el día 22 de abril, inició el retorno a la presencialidad, comenzando por las escuelas rurales con pocos niños/as. En junio, siguieron acciones escalonadas que llevaron al retorno gradual de todos los niveles educativos.
Las características geográficas y demográficas del país, el asesoramiento de destacados científicos, un sistema integral de salud universal fortalecido, la existencia del Plan Ceibal, conectividad accesible y gratuita, equipos docentes comprometidos y el apoyo de sindicatos de la enseñanza en la elaboración de protocolos, confluyeron en la reapertura de las aulas.
La aplicación de recomendaciones sanitarias en centros de Primera Infancia tuvo enorme complejidad. Fue necesario un documento que reuniera sugerencias sanitarias y conceptos teóricos que visibilizaran especificidades de los centros y necesidades infantiles. OMEP Uruguay en alianza con otras organizaciones tuvo activa participación en el proceso.
Construcción política de la intersectorialidad
A su vez, Patricia Hurtado Bacherer, desde la experiencia de OMEP Bolivia, señaliza que es vital desarrollar acciones que tejan redes que nos permitan alcanzar los objetivos comunes, trabajándolos desde las distintas facetas que hacen al todo. Para lograrlo las redes deben contribuir a la visibilización, establecimiento de políticas y alianzas que favorezcan el ejercicio del Derecho desde el Principio.
Para ello, asegura, es preciso determinar las instancias y personas que pueden hacer la diferencia al momento de tomar decisiones y establecer prioridades. Entre los organismos a tomar en cuenta están el gobierno central, gobierno municipal; gobierno departamental, las organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil con todos sus aportes.
Se debe trabajar a partir de alianzas técnicas, incidiendo en los centros de formación, efectuando una labor coordinada y articulada con las principales instancias que toman decisiones, en Bolivia principalmente con Educación y Justicia.
Es muy importante cuidar que en todas las alianzas se tomen en cuenta y se incluyan siempre las temáticas transversales, educación de calidad, equidad de género, inclusión y la inversión adecuada y justa. Se debe lograr un trabajo con compromiso de todos, constante analítico y con propuestas para lograr el ejercicio pleno de los derechos, concluye.
Incidencia Pedagógica en las Políticas Docentes de Educación Inicial
Por su parte, Iliana Marina Lo Priore Infante, de OMEP Venezuela indica que «En la OMEP asumimos que la educación nunca es neutral, la praxis educativa es política, porque implica subjetividades, utopías, perspectivas, proyectos, que legitiman, reproducen, cuestionan o transforman las relaciones de poder y sociales prevalentes en la sociedad, y que están a favor de la reproducción o de la emancipación.»
Desde esta impronta fomentamos ámbitos de incidencia pedagógica, que incluyen la Formación docente (inicial y continua), que comprende el diseño, consulta, asesorías y validación intersubjetiva de los programas de formación docente, tanto conducentes a la profesionalización como para la formación permanente.
Del mismo modo, realizar aportes al Conocimiento construido sobre la formación en Educación Infantil en América Latina, produciendo estudios, investigaciones, proyectos concretados, producción intelectual en pro de la integralidad de las infancias y de la formación docente para garantizzarla.
Asimismo, actuar en la incidencia pedagógica en la generación de políticas educativas, lo que se expresa en manifiestos, orientaciones, atención y educación de la primera infancia en condiciones de igualdad, equidad e inclusión, que reconozcan la pluralidad de las infancias, familias y contextos, la diversidad, interculturalidad y que defiendan el ejercicio pleno del derecho a la educación de niños y niñas.
Es por ello que en estos momentos de contingencia de pandemia y en la proyección de la postpandemia se han generado en América Latina y el Caribe cientos de encuentros formativos, webinars, congresos, talleres, intercambios educativo, programas radiales, periódicos comunitarios, libros, guías de orientaciones a familias y una gama de producción pedagógica de alternativas innovadoras y re-creadoras de políticas docentes para ajustar la práctica docente a las nuevas realidades.
Esto nos lleva a un permanente cuestionamiento y problematización de todos los procesos de formación docente en los siguientes aspectos:
- Repensando la concepción del niño y la niña para resignificar las reformas de la Educación Inicial.
- Asumiendo la pluralidad de la niñez, familias y contextos.
- Reconociendo la Ciudadanía de las niñas y niños desde su nacimiento.
- Incidencias en la Educación Inicial, en su pedagogía, y por ende en todas sus posibilidades de transformaciones.
- Revisión y reconstrucción reflexiva de los paradigmas de actuación pedagógica del docente.
- Formación y trans-formación para asumir con criterios pertinentes la contingencias.
- Propiciar el desarrollo de la profesionalidad docente, concebida como actuación éticamente comprometida.
Reconocemos por tanto, la imprescindibilidad de la labor, rol y luchas de los educadores y educadoras de primeras infancias latinoamericanas y caribeñas, esto es también expresión clave del ejercicio de los Derechos desde el Principio.
Porque, en palabras de Paulo Freire, «Todo acto educativo es un acto político«.
Foto: Imagen de OpenClipart-Vectors / Pixabay
Crédito: CLADE – Pressenza