Nayra Oriana Palacios Rincones es vendedora de café en Guasdualito, ciudad del Estado Apure en Venezuela.
Palacios es originaria de Barcelona, capital del Estado Anzoátegui y frente a la crisis económica que atraviesa su ciudad, decidió viajar a Guadualito en busca de oportunidades laborales. “Barcelona está pasando hambre me vine a trabajar para seguir para adelante”, comenta Palacios. Explica que empezó a trabajar en limpieza, para luego reunir un capital y comercializar café.
Actualmente radicada en la ciudad que la acogió y vende café en las calles y plazas. Además, comenta que no piensa regresar. “Desde aquí les mando cualquier cosa a mi familia”, señala Palacios.
Guasdualito es una zona que se caracteriza por ser un punto importante fronterizo entre Colombia y Venezuela para el intercambio comercial. Al igual que Palacios, cientos de personas se desplazan internamente de sus ciudades a otras para mejorar sus condiciones de vida.
En Venezuela existe una creciente cifra migratoria, desde el interior del país hacia las grandes ciudades. Esta migración interna es una de las consecuencias de la crisis generalizada que atraviesa el país.
Según la Organización Internacional del Migrante (OIM), las personas que se movilizan dentro del país de manera voluntaria se llaman migrantes internos y se mueve por varios motivos de manera formal e informal.
Dentro del grupo de migrantes internos se incluyen las personas desplazadas internas, quienes, si bien no atraviesan una frontera estatal internacionalmente reconocida, se ven obligadas a desplazarse, «especialmente debido a o para evitar los efectos de conflictos armados, situaciones de violencia generalizada, violaciones de los derechos humanos o desastres naturales o causados por el ser humano», tal como lo definen los Principios Rectores del Desplazamiento Interno.
Reporta: Rómulo Zapata de Radio Fe y Alegría, Morral de los sueños; Venezuela.