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En la Amazonía venezolana, Waraos de la comunidad indígena de Bonoina, denunciaron que la “rara enfermedad” que acabó con la vida de más de 15 niños, aún no está controlada.

A 8 horas de Tucupita, la capital del estado Delta Amacuro, la patología de origen desconocido se está expandiendo hacia más comunidades warao de la zona.

De acuerdo con testimonios de residentes de Bonoina, en la parroquia Manuel Renaud en el municipio Antonio Díaz, una joven falleció el 26 de abril y una adulta estaba en condición crítica.

Ante esta realidad, los habitantes de Bonoina protestaron el martes 30 de abril. A las manifestaciones se reunieron los jefes de calle, profesores, docentes, padres y representantes de menores que estudian en la escuela de la comunidad.

El pasado 17 de abril, la gobernadora de Delta Amacuro, Lizeta Hernández, aseguró que tras la intervención de varias comisiones especiales, habían logrado controlar esta enfermedad desconocida. En declaraciones a los medios de comunicación, indicó que para ese entonces aún no sabían de qué se trataba, pues esperaban los resultados de las pruebas que hacían en Caracas.

Ese mismo día, el padre Andrés García, de la congregación religiosa Misioneros de la Consolata, confirmó la llegada a la comunidad de Nabasanuka del barco hospital para atender potenciales nuevos casos de la enfermedad que había cobrado la vida de 13 indígenas waraos, la mayoría de ellos niños.

Habitantes de comunidades waraos exigen al Gobierno revelar el nombre de la “rara enfermedad”

Hasta este primero de mayo, casi un mes después de los primeros reportes de decesos de niños, no se sabe qué detonó las repentinas muertes. Datos no oficiales dan cuenta de hasta 16 muertes, dos de las cuales son jóvenes de entre 23 y 26 años.

Los primeros cuatro decesos ocurrieron el 4 de abril en Mukoboina, zona selvática de Delta Amacuro.

Ante el silencio oficial sobre el origen de las muertes, habitantes de las comunidades indígenas exigen al Gobierno informar qué enfermedad es.

“Queremos saber qué causó las muertes, queremos que nos digan qué pasó”, dijo una habitante en comunicación con Radio Fe y Alegría Noticias.

En el 2018, otra “rara enfermedad” con síntomas distintos a esta reciente acabó con la vida de más de 30 personas y hasta la fecha no conoce qué lo causó.

En ambos casos, las autoridades sanitarias extrajeron muestras que fueron trasladas a Caracas para someterlas a pruebas de laboratorio.

 

Temor en las escuelas

La aparición de la patología que causó varias muertes generó temor en las comunidades cercanas. Temiendo que las escuelas se convirtieran en focos de infección, las autoridades locales de centros educativos paralizaron las actividades.

Según un comunicado de los habitantes de Bonoina, el 22 de abril una comisión del Centro de Desarrollo de la Calidad Educativa de la parroquia visitó la comunidad.

Parte de esta comisión la integraba el doctor Pedro Bolívar y el licenciado Raúl Tempo, quienes habrían asegurado que “la situación ya estaba normalizada”, por tanto, las actividades estudiantiles debían ser retomadas normalmente. No obstante, cuatro días después se conoció la noticia de un nuevo deceso y que una persona adulta estaba en condición crítica con los mismos síntomas.

Este hecho despertó nuevamente el temor en las comunidades. Los directivos de las escuelas aseguran que tienen una gran responsabilidad en sus hombros y no saben si volver a las escuelas o mantener el cierre indefinido de estas.

Más de 15 niños, niñas y adolescentes waros fallecieron por causas desconocidas. Se teme que la enfermedad se extienda a otras comunidades

Reporta: Alejandra Martínez. Radio Fe y Alegría. Venezuela.

 

Fotografía: Manifestantes de la comunidad Warao/Radio Fe y Alegría – Venezuela.


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