El 30 de julio se conmemora el «Día Mundial contra la Trata de Personas». Según el informe presentado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2023, los desplazamientos y las desigualdades socioeconómicas afectan a millones de personas en todo el mundo, quienes quedan expuestas a la explotación de los traficantes.
La trata de personas implica el acto de ofrecer, captar, trasladar, recibir o acoger a individuos con el propósito de explotarlos, ya sea sexual o laboralmente. Es un delito de relevancia global que constituye una de las más graves violaciones a los derechos humanos, pues su objetivo central es obtener ganancias tratando a las personas como mercancía, lo que atenta contra su dignidad, integridad y libertad.
Mayela Blanco, de la Red de Jornaleros y Jornaleras Agrícolas en México, señala que, bajo el contexto de migración, cientos de personas migran día a día hacia otros lugares en busca de mejores oportunidades, y en su camino pueden encontrarse con personas malintencionadas que se aprovechan de la falta de oportunidades, recursos y poder para amenazar, extorsionar e incluso lucrarse con su cuerpo.
Dentro del contexto migratorio, el informe de la ONU destaca que aquellos individuos que carecen de estatus legal, residen en condiciones de pobreza, enfrentan dificultades para acceder a la educación, la atención médica o empleo adecuado, experimentan discriminación, violencia o abusos, o provienen de comunidades marginadas, son frecuentemente el blanco principal de los traficantes.
De acuerdo a datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), se estima que 2,5 millones de personas son víctimas de la trata. Sin embargo, se calcula que por cada víctima de la trata de personas identificada existen 20 más sin identificar.
Reporta: Radio Huayacocotla, México.