Mediante una nota de prensa el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Zeid Ra´ad Al Hessein, informó que el equipo que visitó Nicaragua encontró señales alarmantes de represión selectiva e intimidación contra manifestantes y sus familias.
Agrega la nota de prensa que los estudiantes, defensores, defensoras de derechos humanos y miembros de la iglesia católica han sido blanco de esa represión cometida por agentes policiales y grupos armados afines al gobierno.
La represión gubernamental ha crecido en contra de las personas que en sus comunidades han levantado barricadas o tranques señala la nota.
El Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU agrega que la violencia y la represión “son el producto de la erosión sistemática de los derechos humanos a lo largo de los años y ponen en evidencia la fragilidad general de las instituciones y del Estado de derecho” en Nicaragua.
Aunque el gobierno a través de su Canciller Denis Moncada han negado la utilización de los grupos armados afines al gobierno, estos han quedado al descubierto y han sido denunciado tanto por la ONU como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y Amnistía Internacional.
El gobierno ha justificado las acciones con el fin de permitir la libre circulación en algunas ciudades que estaban con barricadas, pero esto lo han hecho atacando con armas de fuego a la población lo cual ha incrementado la lista de fallecidos, los más recientes ocurrieron el jueves 5 de julio en el occidental departamento de León donde tres civiles fueron asesinados.
Los organismos internacionales de derechos humanos le han pedido al gobierno desmantelar a los grupos armados y buscar una salida pacífica a la grave crisis que vive el país.
Para el próximo lunes 9 de julio está programado el reinicio del Diálogo Nacional, para esto lo Obispos de la Conferencia Episcopal han convocado a los integrantes de las mesas de trabajo electoral y judicial a retomar las conversaciones.
Nelson Rondríguez de Radio Universidad nos informa:
Fuente: Radio Universidad