Elea Valle Aguilar madre de los dos niños asesinados por el ejército el pasado 12 de noviembre se presentó ante el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos CENIDH, para demandar protección porque teme por su vida y a la vez pidió a las autoridades le entreguen los cadáveres de sus hijos que fueron enterrados en una fosa común.
La campesina originaria de una comunidad montañosa de la Desembocadura del Río Grande en la Región Autónoma del Caribe Sur, explicó que su niño de 12 años y su niña de 16 andaban visitando a su papá a quien tenían dos años de no verlo, porque había decidido ingresar a un grupo de rearmados, en donde fueron asesinados de noche mientras dormían.
La presidenta del CENIDH, Vilma Núñez dijo que esto se trataba de una brutalidad del ejército, el peor peldaño de la agresión, ninguna acción militar contra presuntos delincuentes justifica que hayan matado a estos dos niños.
Por la gravedad del caso el CENIDH está enviando una petición ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH para pedir medidas cautelares de protección para Elea Valle y sus tres niños que le quedaron vivos.
El CENIDH además, hará otras gestiones ante las autoridades nicaragüenses para que le concedan la petición de entregarle los cadáveres a esta madre, explicó Núñez.
En este caso el ejército nicaragüense lo único que informó fue que se dio un enfrentamiento con un grupo delincuencial donde murieron seis personas entre los que efectivamente estaban los niños.
Dos obispos nicaragüenses también alzaron sus voces en demanda de una investigación para que se aclare lo que consideran crímenes contra estas personas.
Desde Radio Universidad de Nicaragua nos informa nuestro compañero Nelson Rodríguez:
Fuente: Radio Universidad de Nicaragua