Se nombra a las desaparecidas o asesinadas del conflicto armado interno en la Universidad de San Carlos en Ciudad de Guatemala para tenerlas presentes, para sentir su herencia como ancestras en la lucha social y no permitir que se les arranque del tejido social.
Más de ochenta estudiantes universitarias se reúnen en la finca La Poderosa para compartir sus experiencias a la luz de la memoria histórica, no desde el dolor que condiciona como víctima y por lo tanto de subordinación a las mujeres, sino desde el compromiso por transformar el legado en diálogo de alegría con las ancestras.
Se llaman Movimienta, para ser irreverentes desde su propio nombre. Comparten principios de cuidado como ética para distinguir la violencia, la dependencia y el amor romántico, rompiendo con liderazgos tóxicos que se han hecho presentes en el movimiento estudiantil universitario.
Nuestra compañera Neida Solis de la Federación de las Escuelas Radiofónicas de Guatemala (FGER) no comparte el diálogo con Marleni Luna y Julia Silvestre, participante y coordinadora del Encuentro Mujeres en Movimienta que se realiza esta semana.
