Las empresas privadas desean cada vez más entrar en la educación porque representa un negocio muy lucrativo, aspiran hacer libros de textos, capacitación docente y controlar la política pública. Las organizaciones sociales que defienden y promueven la educación no sólo resisten, sino que denuncian que esta participación debe limitarse, pues atenta contra los derechos humanos de la población. El papel de los Estados debe ser más firme y considerar la participación de la sociedad civil.
Sobre el tema, tuvimos un diálogo con Camilla Croso, Coordinadora de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), plataforma continental que lanzó un documento sobre la educación emancipadora y liberadora como propuesta para que en los países se rompa con la idea de la educación que reproduce los valores capitalistas.
Un producción desde la Coordinación General.