5 años después que el Ministerio Público presentara el requerimiento fiscal contra 3 estudiantes de la Universidad Autónoma de Honduras (UNAH) por detención ilegal de bienes públicos, el tribunal da a conocer la sentencia a 3 años de prisión, suspensión de derechos y pagos por supuestos daños a la Universidad para Cesáreo Padilla, Sergio Ulloa y Moisés Cáceres. Esta sentencia es un recurso político y judicial que pretende acallar la lucha estudiantil, en palabras de Padilla “nos declararon culpables y nos negaron el acceso al sistema de justicia”.
Recordemos que la situación universitaria en Honduras se encuentra con muchas debilidades, entre ellas un asalto a la institucionalidad que se ha mantenido desde los años ochenta, incluso ha sufrido en carne propia el golpe de Estado (2009) y en lo que se devino para el contexto nacional.
La lucha estudiantil ha concentrado sus esfuerzos en demandar un proceso de profundización de la democracia en los ámbitos universitarios, en generar debates para la adecuación curricular y la promoción de la participación estudiantil en el consejo universitario. El movimiento estudiantil secundarista y universitario se ha mantenido firme en contra de la privatización de la educación, así como de oposición al gobierno de Juan Orlando Hernández, quien se mantiene en la presidencia luego de múltiples denuncias de fraude electoral y corrupción.
Las estrategias para amedrentar han sido varias, Padilla señala que entre 2014 y 2017 se mantuvo una gestión de silencio que sufrieron no sólo los y las estudiantes, también los sindicatos y el cuerpo docente. Se ha denunciado asimismo la infiltración del movimiento con fines de armar perfiles de inteligencia y en consecuencia de persecución. Se ha distraído la atención de las autoridades en el embellecimiento de edificios, en lugar de asumir la apertura de espacios para una verdadera participación de la comunidad universitaria.
Para Aminta Navarro del Foro Dakar Honduras se mantiene una campaña de criminalización, desprestigio social y represión para con los grupos estudiantiles, en un contexto nacional en el que rigen las amenazas a los derechos civiles y políticos, la impunidad, la inseguridad entre otros aspectos que demuestran que “parece que el país no tiene un rumbo”. Por otro lado, en el ámbito educativo se confirma lo que se extiende en otras partes de la región latinoamericana y caribeña, la pandemia y el confinamiento evidencian las inequidades del sistema educativo con claras muestras de brechas por pobreza y exclusión digital, agudizado en las áreas rurales e indígenas, como por ejemplo lo que sucede en el municipio San Francisco de Opalaca, donde los y las docentes se acercan a las comunidades cuando tienen condiciones, puede espaciarse 1 vez a la semana o incluso quincenal, al mismo tiempo tienen insuficiente conectividad en la zona. Otro tanto es compartido por Doña María de Perdomo ante el Foro Dakar Honduras cuando señala las dificultades que enfrentan las personas con discapacidad para participar del sistema educativo en línea y/o a distancia.
El Estado Hondureño vulnera el derecho a la educación cuando se estima que actualmente un 15 % de la población estudiantil universitaria no se ha inscrito para iniciar o continuar sus estudios. Los grupos familiares se encuentran en la disyuntiva entre destinar el poco dinero que tienen para pagar la renta de una casa o pagar el plan de conectividad a internet o redes. Al mismo tiempo el creciente desempleo amenaza con las condiciones de estabilidad necesarias para la mayoría de la población.
Las medidas de confinamiento y restricción de movilidad para la prevención del contagio de la pandemia, también atenta contra la libertad de expresión, de protesta así como de organización social y comunitaria, generando un clima de temor en la población y de interrupción de las demandas estudiantiles, donde se resalta la paralización del proceso electoral de las autoridades universitarias, entre otras.
Producción: Iolany Pérez, Radio Progreso – Honduras y María Cianci Bastidas, Coordinación General ALER
Crédito imagen: AFP / CLADE