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Don Lorenzo Simag, “Lencho” es maestro en Nahualá, uno de los municipios del Departamento de Sololá en Guatemala. Tiene más de 6 décadas haciendo educación popular y nos cuenta su testimonio a propósito de los 50 años de la Asociación Latinoamericana de Educación y Comunicación Popular (ALER).

La educación radiofónica triangula las clases a través de la radio, con las cartillas educativas y una persona que hace mediación didáctica (docente, maestro/a, monitor/a, voluntario/a) en un centro educativo. Lencho nos cuenta cómo fueron los años de la represión y violencia gubernamental en el conflicto armado interno, casi le obligan a salir exiliado a México. También nos cuenta cómo la educación popular representa la posibilidad de leer las letras y el mundo para muchas personas que habían quedado fuera de la escuela. Hacer educación popular podía costar la vida, por ello tuvieron que adaptar el sistema de enseñanza.

Las escuelas radiofónicas, enlazadas en la Federación Guatemalteca de Educación Radiofónica (FGER) hicieron que en el país muchas personas pudieran leer y escribir en castellano y en su propio idioma maya. Las clases, las cartillas y todos los materiales de apoyo se podían encontrar en quiché, tz’utujil, pocomam, mam y/o kaqchikel.

Lencho se vinculó a ALER desde joven, compartió muchas experiencias que le hacen brillar con los ojos de quien ve dulces en la infancia. Tanto fue su ilusión, que al tener una hija, decidió junto a su esposa llamarla ALER. Aquí su historia.

Producción: María Cianci Bastidas, Coordinación General ALER

Enlace para descargar:
Reproductor de Audio:

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Don Lorenzo Simag, “Lencho” es maestro en Nahualá, uno de los municipios del Departamento de Sololá en Guatemala. Tiene más de 6 décadas haciendo educación popular y nos cuenta su testimonio a propósito de los 50 años de la Asociación Latinoamericana de Educación y Comunicación Popular (ALER).

La educación radiofónica triangula las clases a través de la radio, con las cartillas educativas y una persona que hace mediación didáctica (docente, maestro/a, monitor/a, voluntario/a) en un centro educativo. Lencho nos cuenta cómo fueron los años de la represión y violencia gubernamental en el conflicto armado interno, casi le obligan a salir exiliado a México. También nos cuenta cómo la educación popular representa la posibilidad de leer las letras y el mundo para muchas personas que habían quedado fuera de la escuela. Hacer educación popular podía costar la vida, por ello tuvieron que adaptar el sistema de enseñanza.

Las escuelas radiofónicas, enlazadas en la Federación Guatemalteca de Educación Radiofónica (FGER) hicieron que en el país muchas personas pudieran leer y escribir en castellano y en su propio idioma maya. Las clases, las cartillas y todos los materiales de apoyo se podían encontrar en quiché, tz’utujil, pocomam, mam y/o kaqchikel.

Lencho se vinculó a ALER desde joven, compartió muchas experiencias que le hacen brillar con los ojos de quien ve dulces en la infancia. Tanto fue su ilusión, que al tener una hija, decidió junto a su esposa llamarla ALER. Aquí su historia.

Producción: María Cianci Bastidas, Coordinación General ALER

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