Así lo expresó en declaraciones a ALER, Dalila Hernández de la Asociación Educa, una organización social de Oaxaca que trabaja por el derecho a la educación. Hernández explicó que la reforma educativa impulsada por el presidente Enrique Peña Nieto se busca “a través de la evaluación a los maestros tratar de empezar a sacar gente de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, que está dentro del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, y que es un gremio muy combatito, que cada año se manifiesta en el estado de Oaxaca para pedir mejoras no solamente laborales sino también mejores condiciones para la educación”.
Los reclamamos apuntan a la “infraestructura, la atención a los niños, muchos niños llegan a la escuela sin almorzar, tienen un nivel fuerte de desnutrición, ellos lo que pedían era una mejora a la educación pero teniendo en cuenta todos los factores”. Este movimiento tiene una importante adhesión popular ya que “cada vez que ellos hacen un plantón, una movilización, la gente se suma con ellos, tienen un poder de convocatoria muy fuerte”.
Hernández recordó la represión que sufrieron los educadores y educadoras mexicanas en junio pasado en Nochtitlán, que dejó muertos y heridos. Allí “el gobierno toma la decisión de mandar a la policía federal y estatal e iban preparados para una confrontación violenta que no era lo que estaba provocando la gente que estaba en el bloqueo, que estaban sin armas. La policía iba armada e iba por cabezas de líderes que estaban coordinando los bloqueos”.
La integrante de la organización Educa de Oaxaca, Dalila Hernández aseguró que el gobierno de Peña Nieto intenta imponer sus medidas del mismo modo “está imponiento la reforma energética, con megaproyectos hidróelectricos, muchas mineras en la región del itsmo, proyectos que no respetan el derecho de los pueblos a tener una consulta libre, previa e informada para cualquier tipo de actividad que les afecte”.
Según explica, “como no puede probar que estas reformas van a traer desarrollo y progreso, que es el discurso ya desgastado que tenemos desde hace más de 70 años que estuvo el PRI y que ahora regresó, se van a la vía de la represión”.
Sin embargo “cuando la gente empieza a ver que todas estas reformas les afectan, que tienen una consecuencia más negativa que positiva, empieza a protestar, se crean liderazgos en las comunidades y muchas veces las personas que asumen ese liderazgo son asesinadas”.
Hernández opinó que “el panorma no es muy alentador con toda esta condición que hay entre imposición, represión y la entrada del narco a varios estados de la república” pero apostó a que “la lucha tiene que seguir, no podemos decir que ‘está difícil y no podemos’, tenemos que seguir luchando por los derechos humanos, por los derechos territoriales y por la vida”.