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La coordinadora general de la CLADE y presidenta de la Campaña Mundial por la Educación, Camilla Croso, nos presenta un balance del Foro Político de Alto Nivel de la ONU sobre los ODS y comenta los logros y retos de la sociedad civil en lo que toca al derecho humano a la educación

28 de julio de 2017

Entre el 10 y el 19 de julio tuvo lugar en Nueva York el Foro Político de Alto Nivel de Naciones Unidas (High Level Political Forum – HLPF, por su acrónimo en inglés), la plataforma internacional para el seguimiento y revisión del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), adoptados por los Estados miembros en septiembre de 2015.

En este contexto, dialogamos con Camilla Croso, coordinadora general de la CLADE y presidenta de la Campaña Mundial por la Educación, sobre las posibilidades de participación e incidencia de la sociedad civil durante el Foro, así como los principales desafíos pendientes para el cumplimiento de la Agenda de Educación 2030.

Se ha realizado el Foro Político de Alto Nivel de la ONU en Nueva York. ¿Qué importancia tuvo la sociedad civil en ese foro? ¿Cómo se planificó su participación?

El Foro Político de Alto Nivel es un evento anual de importancia muy grande, porque es justamente cuando los Estados, la comunidad internacional y la sociedad civil se reúnen para acompañar la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Es también cuando los países presentan sus Informes Voluntarios. Ese año 44 países los presentaron, siendo 11 de América Latina y el Caribe.

La sociedad civil está organizada en este espacio a partir de una instancia política llamada Grupo de Educación y Academia (EASG, por su acrónimo en inglés), que se creó recientemente con una resolución de las Naciones Unidas y es impulsado por cuatro organizaciones, la Campaña Mundial por la Educación, el Consejo Internacional para la Educación de Personas Adultas (ICAE), la Internacional de la Educación (IE) y la Unión Europea de Estudiantes (ESU). De América Latina y el Caribe, fuimos al Foro en una delegación de 5 personas, y a nosotras/os se sumaron más 5 de otras regiones, que igualmente representaron el EASG.

¿Cuáles son los principales logros y retos que se identificaron durante el evento para el cumplimiento de la Agenda 2030?

Pudimos observar que todo el esfuerzo que se hizo hasta el momento, en los dos años desde que se adoptaron los ODS, tiene que ver con preparar el terreno para la implementación de la Agenda. Lo que los países reportan como avances tiene que ver con constituir instancias regionales o nacionales de seguimiento que sean intersectoriales (algunos desean que esas involucren la sociedad civil, otros tantos, que eso no ocurra), así como esfuerzos para alinear los marcos legales y políticos nacionales a los ODS.

Lo que nos preocupa, en el área de educación, es que desde 2015 hubo retrocesos importantes. Claro que también hubo avances. Por ejemplo, varios países han puesto en marcha estas arquitecturas que acabo de mencionar y, en América Latina y el Caribe, fue creada una instancia de acompañamiento regional, organizada alrededor de la Oficina Regional de Educación de la UNESCO para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago).

Lo que llevamos a las Naciones Unidas, por medio de nuestros discursos e intervenciones, fue la recordación de que el ODS 4, relativo al derecho a la educación, es central para el cumplimiento de toda la Agenda y de todos los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. A cada año, el HLPF discute en profundidad algunos objetivos, y ese año la educación no fue uno de ellos, pero los informes tendrían que estar reportando el conjunto de los ODS. Uno de nuestros mensajes clave fue justamente que la educación es transversal a la Agenda y es muy importante que esté presente.

Indudablemente, fue un logro nuestro pautar eso todo el tiempo, en las preguntas que hicimos a los países y en nuestras intervenciones públicas, en las cuales subrayamos algunos retrocesos que nos están preocupando, especialmente en 3 grandes cuestiones.

La primera es la financiación de la educación: tenemos casos donde no solo no se ha avanzado, sino que hubo retrocesos, como es el caso de Brasil, que cambió su Constitución para frenar las inversiones públicas en educación. Hubo también recortes de recursos en Honduras y El Salvador, así como en otros países de la región que no invierten lo que consideramos lo mínimo necesario, del 6% del Producto Interno Bruto (PIB), en educación.

La segunda tiene que ver con el cierre a la participación de la sociedad civil y el aumento de la criminalización de la protesta social. Eso es contradictorio porque, en el campo internacional, hubo espacio para la sociedad civil participar en el desarrollo de la Agenda 2030, y ahora de su implementación, como en el caso del HLPF, pero en los niveles nacionales observamos lo contrario. El caso más alarmante en ese sentido es el de Honduras, donde la criminalización estudiantil está creciendo, poniendo en riesgo no solo el derecho a la educación y a la participación de esas/os estudiantes, sino que también a la democracia.

La tercera cuestión en que observamos retrocesos es la temática de género, no solamente en el campo de la educación, sino que en las sociedades en general. En América Latina y el Caribe, muchos países están retirando la palabra “género” de sus planes de educación, como es el caso de Brasil y también de Perú – donde el Ministerio de Educación quiere ponerla en los currículos, pero grupos fundamentalistas religiosos y grupos conservadores están presionando para que eso no suceda.

En los 10 días de jornada del HLPF, los países subrayaron temas que no pudieran entrar en la declaración final del HLPF, que son puntos sensibles. Entre ellos, estaban varias cuestiones de género. Ese año se profundizó justamente el ODS 5, relativo al género, entonces estamos en alerta máximo para los retrocesos en esta materia.

¿Qué comentarios se pueden hacer sobre las presentaciones de los Informes Voluntarios de los países de América Latina y el Caribe?

Todavía, la manera como los países están informando es muy dispar, y sentimos que ese mecanismo tiene que ser mejorado. En el 2019, vamos a tener la oportunidad de hacer un aporte más estructurado sobre el mecanismo en sí mismo, cuando plantearemos varias críticas constructivas para que los informes profundicen más en las cuestiones, reportando verdaderamente los 17 ODS.

Los países de la región prácticamente no mencionaron la educación en sus intervenciones, con la excepción de Uruguay, Perú y Chile. Algunos otros la mencionaron, pero de forma muy superficial. Había mucha disparidad en general. Algunos informes eran más completos y profundizaban las temáticas, mientras otros eran muy superficiales.

Nos pareció que Uruguay, Perú, El Salvador y Chile desarrollaron mejor sus informes. Nos gustó mucho la presentación chilena, que subrayó avances, pero también los desafíos, como la necesidad que el gobierno del país siente de implementar una nueva Constitución. Por otro lado, países como Honduras y Brasil se presentaron como se todo estuviera excelente en sus contextos nacionales, ambos subrayando la importancia de la participación de la sociedad civil, aunque tengan un histórico de golpes institucionales.

Hicimos dos preguntas a Honduras, pues le tocó al EASG hacer intervenciones relativas a la educación en base al informe de este país. Una cuestión abordó el financiamiento educativo y la otra, la participación de la sociedad civil, denunciando también la criminalización estudiantil en el país. La respuesta que obtuvimos fue la de que en el país hay una participación social excelente. No se hizo ninguna mención a la criminalización.

Creo que tenemos un desafío muy grande en este escenario. Debemos prepararnos mejor como sociedad civil en relación al seguimiento de la Agenda 2030, intentando participar en la elaboración de los informes voluntarios (algunos países están trabajando para que al menos uno de los capítulos del informe sea realizado por la sociedad civil), o impulsando la elaboración de informes “sombra” o “luz”, como se llaman los informes alternativos producidos por la sociedad civil, los cuales defendemos que deberían ser reconocidos oficialmente y publicados en el sitio web del HLPF.

Nos parece necesario también que, al regresar del Foro Político de Alto Nivel, estos informes sean presentados a los parlamentos de cada país. Como CLADE, esas son propuestas que queremos llevar adelante, porque no nos parece bien que estos debates tengan lugar solamente en Nueva York. Ellos deben ocurrir también a nivel nacional, donde realmente la sociedad puede interactuar y dialogar, haciendo todas las preguntas que quiera, diferente de lo que ocurre en el Foro, donde tenemos solamente tres minutos para preguntar.

La Agenda de Desarrollo Sostenible es muy amplia, y por lo tanto no se pudo profundizar el análisis del Objetivo 4 en esta edición del HLPF, aunque los ODS sean indivisibles e intersectoriales. ¿Qué comentarios nos puede hacer sobre esta perspectiva?

Este fue uno de los mensajes clave que llevamos al evento como Grupo de Educación y Academia. El conjunto de ODS tiene que ser tratado a cada año, algunos con más profundidad, pero sin dejar los demás afuera. Sabemos que la educación impulsa la realización de todos los otros objetivos, y esa es una cultura que tenemos que desarrollar, incluso para los actores de la educación. Es algo que la CLADE viene haciendo, a través de esfuerzos muy concretos de diálogo con otros sectores, para que podamos actuar conjuntamente.

¿Qué comentarios harías sobre la Declaración Final Ministerial del HLPF?

Hay muchos aspectos interesantes que se plantean allí, pero hay dos preocupaciones grandes que tenemos en relación al documento.

La primera es la no mención a la educación, lo que comprueba que nuestra incidencia debe empezar meses antes del Foro para garantizar que la educación esté presente. Hay una mención a la educación para jóvenes, pero es muy limitada y está lejos de reflejar todas las demandas del campo educativo.

La otra cuestión que nos preocupa es justamente género. La delegación de México hizo una declaración muy interesante en la sesión de aprobación del documento, señalando que es inimaginable que los países de Naciones Unidas estén poniendo tantos obstáculos a la cuestión de género, marcando un retroceso gravísimo.

Oiga aquí la entrevista completa.

Lea aquí la Declaración Ministerial del HLPF (en inglés).

Publicación difundida también en CLADE

Créditos:

Producción: María Cianci Bastidas / ALER y Fabiola Munhoz / CLADE

Transcripción: Samuel Grillo, de CLADE