En el país centroaméricano miles de voces están pidiendo que la Asamblea Legislativa apruebe la ley contra la minería metálica, un proyecto que tiene once años estancado en el parlamento y que no cuenta con el respaldo de los grupos de derecha.
El reclamo se da en medio de la ofensiva que realiza en el país la minera Oceana Gold, ex Pacific Rim, que perdió una demanda contra el estado salvadoreño ante el Ciadi, un organismo del Banco Mundial, y se niega a pagar los 8 millones de dólares que fijó la sentencia.
La contaminación que provoca la megaminería metálica traería consecuencias irreparables en un país de tan estrecho territorio como el Salvador, que sentiría los efectos devastadores sobre los ríos del país.
En declaraciones recogidas por la red ARPAS y emitidas en Contacto Sur, Luis Escobar Alas, arzobispo de San Salvador, aseguró que la ley “va a salvaguardar el medio ambiente, la vida y la salud de las personas. Nos mueve no un interés partidista sino un interés de la Nación, del pueblo”.
Pedro Cabezas uno de los representantes de la Mesa Nacional Frente a la Minería Metálica recalcó que “lo que queremos es que exista una discusión real y todavía no lo hemos visto, saludamos que estén estudiando el tema pero lo que pedimos hace 10 años las organizaciones comunitarias a nivel nacional e internacional es una prohibición total y eso todavía está por verse”.
El director del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Católica, José María Tojeira, criticó a la minera Oceana Gold por no pagar la sentencia dictada por el Ciadi: “ahí se ve la responsabilidad de esa empresa, dicen que son mineras responsables pero no pagan las deudas que tienen con el país”. Además recordó que la transnacional pretendía ser resarcida por el estado: “querer quitarle 250 millones a El Salvador porque no los dejaban poner una mina es una afrenta al país”.
La Iglesia Católica encabezó una movilización a la Asamblea Legislativa en la que entragaron más de 30 mil firmas recolectadas en una semana para que se prohíba la megaminería.
El padre Rutilio Sánchez apuntó contra la campaña a favor de la actividad minera que está sosteniendo Oceana Gold en los medios más poderosos del país. El religioso remarcó que “ya están declarados internacionalmente invasores, delincuentes y deudores del pueblo y sin embargo siguen en El Salvador, cuando alguien nos agrede como pueblo el gobierno tiene la obligación de declarlo persona no grata y nosotros tenemos que exigir que los expulsen”.
La lucha contra esa poderosa minera canadiense costó vidas en El Salvador. En el año 2009 fueron asesinados 3 ambientalistas que se oponían a los proyectos mineros de Pacific Rim en el departamento Cabañas. Además varios comunicadores de Radio Victoria recibieron graves amenazas y debieron tener custodia especial por sus críticas a esa actividad contaminante.