Las redes que los agrupan protestaron esta semana frente al Ente Nacional de las Comunicaciones (ENACOM). El organismo está intentando imponer un proceso de normalización de la FMs, dejando afuera a emisoras de todo el país que surgieron hace más de 10 años y que quedaron registradas en un empadronamiento que ahora se intenta desconocer. Otras arbitrariedades son poner como excusa supuestas interferencias para cerrar radios y armar causas penales a sus comunicadores, dificultar con todo tipo de trabas el acceso al fondo de fomento para medios comunitarios, y excluirlos de la publicidad estatal, entre otras. La protesta llegó también a una de las sedes del poderoso grupo Clarín, para que su empresa de cable, Cablevisión, incluya en su grilla a los canales de TV comunitarios como lo indica la ley. Macri aplica un plan económico de hambre amparado en un fuerte blindaje mediático. A cambio les garantiza los negocios a sus grupos mediáticos aliados y excluye y discrimina a los medios comunitarios.